💞┇ʜᴏᴘᴇ ᴀɴᴅ ʟᴏᴠᴇ 🔹fαиfι¢🔹|ʙʏ: ᵘᵐⁱᵗᵃ

"El topo en la ratonera #1"

❥Emma's prov.

Desperté bastante molesta por la mañana, con mis hermanos por supuesto. Como habían podido hacer algo así, estaba a gusto conversando con Oliver y solo supieron regañarme de camino a casa por haberle hecho caso, diciendo cosas como; "él solo quiere todo lo malo para ti" o "él no merece tu atención" pero si es había sido un amor conmigo, y no era coincidencia que no hubieramos chocado dos veces, es el destino.
Oí un "shhh" por la puerta y unas risitas, curve mis cejas para mi misma y por si al caso me levanté de mi cama y ya me cambié la ropa de estar y me senté de vuelta a mi cama a leer un poco, al menos hasta que los que estaban al otro lado de la puerta se fueran, entraran o simplemente llamaran.

Después, la puerta se abrió lentamente. Era Phil, me miró asustado por unos segundos, luego corrió corriendo hacía mí.

—¡Emma!—

Lo abracé de vuelta mientras lo saludaba.

—¡Buenos días Phil!—

Ese niño me alegraba siempre los días, varias veces decían que nuestro parecido en cuanto a personalidad era tanto que realmente parecíamos hermanos sanguíneos. Después los demás comenzaron a entrar de uno en uno, estaba algo confundida.

—Emma—

Era Mamá, ¡y también Papá! Se acercaron a mi con una sonrisa cálida y me abrazaron.

—Mi pequeña, hemos pensado, cuando llegaste no te hicimos una fiesta ni nada por el estilo como es costumbre, como con los demás niños—

Dijo Mamá

—Era porque no nos tenías confianza, pero hemos decidido que hoy será tu cumpleaños, sabemos que no es cuando llegaste, sin embago, hoy es un día especial, ¿Qué piensas?—

Añadió Papá

—¡Feliz cumpleaños Emma!—

Dijeron todos al unisono cuando Ray y Norman entraron con un pastel de dos niveles de color blanco y naranja en el chantillí. Empezaron a cantar una canción, tenía emociones mezcladas en es instante, tanto la felicidad por el momento como el mal sabor de boca de siquiera haber pensado en odiar a mis queridos hermanos.
Todos me abrazaron y luego fueron saliendo, no sin antes indicarme que fuera al comedor. Sólo se quedaron Norman y Ray.

—Así que, Emma, ¡Hoy es tu cumpleaños! En la noche saldremos, porque por igual es halloween—

—Hallo, ¿qué?—

—¡Halloween! Iremos a pedir dulces en la noche disfrazados de cualquier cosa que quieras—

Los dos se veían amimados por igual, mientras yo permanecía con una mueca en el rostro.

—No te ves muy animada—

Replicó el Albino.

—No estoy muy cómoda con lo que hicieron ayer ustedes dos—

Mencioné algo seria.

Ellos solo supieron replicar, sin embargo, Ray se detuvo a si mismo y a Norman.