Rein: Buscarse a sí mismo (1)

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Rein

Cuando muera me convertiré en algo como las voces, me cuestiono si me tendré que meter a un cuerpo o si directamente apareceré en uno. Serían preguntas que no me dejan dormir en las noches, si no fuera porque mis noches no sé tratan de dormir.

Como una torta enorme que me regaló un motoquero luego de ver como le gané una carrera a sus contrincantes. Ahora están todos bailando y haciendo ruido al aire libre, mientras yo mastico cada bocado de este increíble postre, sentado en frente de la barra de comestibles.

—Preciosa —dice el motoquero —, no podrás comerte todo eso tú sola.

Revoloteo mis pestañas de Nyx.

—Ah, ¿no? Pruébame —expreso y se muerde el labio inferior —No en ese sentido, idiota —Me río y se decepciona, así que también me alimento de su energía negativa —. Ahora te reto, puedo comerme esta torta y las dos que siguen, si lo hago, tú las pagas.

Se ríe.

—¡Ja! Y si gano, podemos ir a la parte trasera de mi auto y divertirnos.

Asco.

—De acuerdo —Sonrío.

Este no me conoce, pobre de él.

Después de una tanda de bocados tranquilos, termino aniquilando la primer torta de manera rápida, lo que pasa es que ya quiero probar el gusto de la siguiente.

Mientras mastico un trozo de la segunda, sigo pensando en lo de antes. Si muero, me iré a un cuerpo, podré meterme en mentes. Si me meto a la mente a la mente de Emmet...

Me atraganto y toso.

—Oh ¿Estás bien? —expresa el motoquero burlándose porque piensa que estoy lleno o algo, así que me da palmaditas en la espalda, mientras cree ciegamente que me revolcaré con él en la parte trasera de su auto —Por tu expresión, puedo imaginar lo que pasa por tu mente —dice de forma pícara.

Pobre infeliz.

Vale, puede creer que estoy pensando en cochinadas, pero claramente no son con un sucio como él, de hecho pensaba en el señor formal, con traje de custodio, limpito y que no tiene que ver con el hedor que despide este asqueroso de aquí a mi lado.

—Arruinas mi comida —digo molesto y me cambio de silla.

Bueno, volviendo a mis pensamientos y a finalizar la segunda torta, que pronto voy para la tercera. No puedo entrar a la mente de Emmet, me imagino que debe tener muchos pensamientos lujuriosos sobre mí, mejor no, eso está descartado completamente. Aunque quizás las voces son pervertidas porque vieron miles de pensamientos pervertidos, bueno estuvieron en las mentes de Darren y Ace, imposible no ver cosas cochinas ahí. Sin embargo ellas tienen muchos años, ya vivieron demasiado como para definirlas solo por eso. Además, seguro Agatha ya era lujuriosa, sino no tendría lógica la actitud de ellas.

No sé si es bueno comparar esto para buscarme a mí mismo, pero en algo tengo que pensar. De todas formas tengo que buscar un aquelarre, para ver si consigo respuestas sobre un cuerpo ¡Como las voces! No quiero pedirle a Blake nada, porque eso sería regresar y encontrarme con Emmet, además de que el científico me cae mal, no le voy a pedir nunca más un favor.

—Se... señorita... —dice el motoquero nervioso —¡Se la comió! —chilla sorprendido.

—Ah, ni me di cuenta, que boba —expreso como tonto al tragar el último pedazo de la tercer torta, así que sonrío —. Parece que gané, usted paga —Revoloteo las pestañas —. Gracias por la comida —Y no solo por las tortas, sino por la energía negativa que acabo de cenar, esos postres eran ultracaros, así que su tristeza es deliciosa.

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