Au revoir

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Hoy, es quizá, la última vez que escriba sobre ti.
El último poema que mis dedos esbocen, la terminante inspiración que poco a poco me ha consumido. Y es que he perdido la cuenta de los desvelos abatidos que pronunciaban tu nombre, desgastando mi ser y las ganas de ahogarte en olvido.
Mi genuino amor acendrado se colorea de fuego, se quema, y hoy finalmente culmina.
El querer que te entregué intacto se ha ido consumiendo al ras de tu indiferencia y tu templo silenciado.
Me perdí en tus mentiras disfrazadas de verdad incongruente, me embriagué con tus besos sabor a licor vacío, me sofoqué entre tus brazos buscando una pizca de poesía para mí. Todo acaba, es pasajero, la existencia de un momento no es más que un embuste verdadero. Nunca fui para ti lo que tú eras para mí, no logré que mi tenue recuerdo sacudiera tus complejos y costumbres.
Es por eso, que por última vez en versos te trazo, hoy te convertiré en olvido, te hundiré en mis poemas disueltos y te encontraré entre viejas promesas rotas.
Mis palabras de despedida, amor mío, hoy recupero todo desgaste que me concediste después de esa inaudita noche. No estarás en nadie más, tal vez esa es mi desfortuna, jamás podré hallar en otra persona lo poco que me entregaste y que me hizo enloquecer por ti. Espero que nunca sufras la desdicha del desprecio y del inerte sabor de amargos besos como los que tú me diste.
No sé como concluir, no sé como decirte adiós, no quiero poner punto final a una historia que ni siquiera tuvo un brote de realidad.
Siempre te llevaré conmigo, recordaré que la cima del cielo no es tan lejana si la comparo con la compañía tuya.
Nos vemos en otra vida.

NeciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora