IseulJin y Jeno llegaron al departamento de Mark a las 6 de la maña. Ella se fue rápidamente, excusándose con que era muy tarde y MinHyung se iría al trabajo.
Jeno llegó a la cocina y se encontró con Jaemin comiendo algo que parecía panecillos, una toalla colgaba de su sudoroso cuello y traía ropa deportiva.
-¿Dónde te metiste? -preguntó Jaemin cuando lo vio -Fui al gimnasio sólo y todas las señoras se me quedaban viendo- se estremeció raramente. Jeno rió y se acercó para quitarle el último pedazo de panecillo.
-Lamento no haber ido y jugar a la pareja gay- se burló ante el puchero de su amigo. -Pero acompañé a IseulJin a correr- explicó. Jaemin frunció el ceño
-¿Quién? -bajó su mirada a los labios de Jeno y le quitó las migajas de pan en la comisura de sus carnosos labios.
-Choi, la guardaespaldas de Mark- murmuró, mirándolo. Jeno era apenas dos centímetros más alto que Jaemin, pero ahora parecía mucho más alto.
El castaño, que seguía con su pulgar en la comisura de su amigo, alzó un poco los ojos sólo para alejarse algo confundido.
-Entiendo. La chica caliente- asintió Jaemin, volteándose para secar las gotas de sudor de su cuello y saliendo de ahí.
-Nana- le habló, tomándolo del brazo. -Debemos ir más tarde a la empresa -dijo, después de unos segundos de pensar en la respuesta.
Los ojos de Jaemin brillaron con algo de dolor para luego parpadear y sonreír hermosamente. -Claro, tengo que bañarme- dijo, señalando su brazo aún apresado por el flojo agarre de Jeno. Él lo soltó y vio cómo Jaemin se iba.
A las 7 en punto, Mark bajó a la sala donde vio a Choi, en posición de descanso. Él la saludó con una reverencia pequeña al igual que ella.
-Buenos días, Choi- la saludó, entrando al ascensor.
-Buenos días, Señor Lee- saludó ella, entrando detrás de él. Ambos se enfrascaron en el silencio del ascensor. Llegaron al estacionamiento y subieron al auto para luego a la oficina.
La rutina se volvió a repetir, a excepción por la comida. Choi decidió ir a comer con su padre, sorprendiendo a Mark, pero no le dio importancia. Los accionistas lo invitaron a comer y no pudo declinar la invitación.
A su regreso; pudo ver cómo Choi IseulJin y Choi SiWon hablaban, él parecía severo, pero su mirada estaba cargada de un profundo amor. Ella sólo asentí a y torcía la comisura de vez en cuándo. Se acercó un poco más, escondiéndose detrás de la pared que desviaba su oficina a la de su padre.
—Realmente debes parar. No puedes esconderte durante mucho tiempo, Jinnie. Si tu abuelo quiere q—
—Ese hombre no es mi abuelo— la voz de IseulJin sonó resentida y cargada de rencor.
—No hables así, y menos te permito que alces la voz— la severa voz de SiWon aplastó la seguridad de su hija. Mark nunca lo había oído tan molesto. Siempre se le veía sereno.
—Como sea, papá. Lo pensaré, por favor regresa con el Señor Lee. Lee Mark no tarda en llegar— dijo ella.
Se oyó una respuesta afirmativa y pasos alejándose. Mark suspiró y se recargó en la pared. ¿Qué hacía escuchando ci versa iones ajenas? Maldición.
—Ya puede salir de ahí, Señor Lee— dijo Choi SiWon pasando a su lado. Mark enmudeció y observó cómo SiWon iba directo a la oficina de su padre. Se asomó por el costado de la pared y vio a IseulJin que permanecía mirando al frente en posición de descanso. Ella lo miró y un pequeño brillo surcó sus claros ojos.
Mark ajustó su corbata y la saludó para entrar a su oficina. Soltó su respiración y tocó sus mejillas sonrojadas. Se sentía como un pequeño niño atrapado haciendo una travesura.
En la noche; llegaron al departamento y Choi se despidió respetuosamente de él para ir a su habitación. Mark se quedó en medio del solitario salón. La visita de su hermano, su guardaespaldas y el trabajo le dejaron molido.
Decidió ir a su pequeño bar y se sirvió un trago algo fuerte. Quería caer noqueado en su cama. Mañana era un día importante.
Jaemin y Jeno nunca llegaron y Mark quedó dormido en el sillón. Viéndose bastante cómodo. Eran las 4 de la mañana y ella sólo podía ver a su jefe dormido.
Dios, eso estaba mal. Pero él era jodidamente guapo, era hermoso y lo deseaba como no había deseado a nadie. Desdobló la manta que llevaba en los brazos y lo tapó para luego inclinarse un poco y dejarle un beso en su sonrojada mejilla.
Negó con la cabeza y se encaminó de nuevo a su habitación. Ahí dentro podía ser ella misma. La chica sensible que tenía un oscuro secreto. No tenía que ser dura. Fría.
—"Eres rígida y pareces ir en automático" —
La voz de su hermano retumbó en su cabeza una vez más, dejándola aturdida. Fastidiada, decidió dormir. No quería pensar en su jefe, no quería pensar en nadie.
Quería olvidarse de todos.
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My Sweet Bodyguard [Mark Lee]©
FanfictionLee MinHyung es un empresario y modelo reconocido en Corea del Sur, exitoso y codiciado por todos, pero reconocido igual por su gran corazón. Intentos de asesinato, amenazas de muerte y atentados contra él. Teme por su vida, así que un guardaespalda...