Harry miró por enésima vez el reloj de su muñeca. Llevaba alrededor de diez minutos esperando tras una ventanilla y no disfrutaba del todo estar ahí, observó impaciente a la mujer que navegaba en su ordenador en busca de su nombre y se frotó la nuca en señal de exasperación.
—Lamentamos la demora, por aquí por favor—una de las enfermeras le indicó al haber corroborado su visita.
Harry se incorporó apresurado y de inmediato la siguió a través de los largos corredores del hospital donde se hallaba. La noche anterior había recibido insistentes llamadas para avisar que Megan se encontraba internada, al parecer tuvo una complicación pero fue estabilizada de inmediato, aun así permanecería hospitalizada unos días más por precaución pues el parto al parecer estaría próximo.
Harry había batallado internamente con respecto a qué sería lo más sensato cuando aquel bebé llegase, sus dudas giraban específicamente en torno a si debía estar presente cuando naciera o no. Había sido un asunto sobre el que había reflexionado incontables veces, pues si bien no se hacía de la idea de poder ser el padre, esa aún era una posibilidad. De ser el caso asumiría aquel rol como corresponde, pero realmente deseaba que no fuese así. Su decisión final fue que, por el bien de Megan y el suyo, no estaría presente. Megan contaba con el apoyo de su familia y amigos, y en un momento tan importante como ese necesitaría de personas que estuviesen involucradas emocionalmente. Sin embargo, no descartó su presencia financiera y se hizo responsable por una parte del monto de la estadía de Megan en aquel lugar, no pretendía compensar su ausencia con dinero, pero era lo que estaba a su alcance. Podría ser una decisión un poco fría y desconsiderada a la vista de muchos, pero Harry creía que era lo más inteligente, pues bien sabía él que necesitaba de una prueba de paternidad primero.
Es por ello que aprovecharía en hablar con ella, sería lo más gentil posible ya que lo último que deseaba era alterarla o causarle algún disgusto. Esperaba que entendiese y respetara su decisión porque no tendría otra oportunidad para anticipar su ausencia.
—Puede esperar aquí, le indicaran cuando pueda entrar—amablemente le dijo la enfermera cuando voltearon por la esquina del pasillo.
Harry asintió y caminó despacio hasta situarse frente a la puerta de la habitación. Se reclinó contra la pared y bufó mientras cerraba los ojos, pero una discusión a un par de metros capturó su atención.
Sus ojos fueron a parar en el familiar rostro del hombre que hacía persistentes reclamos al personal del hospital, mientras estos parecían bastante cansados de lidiar con él. El hombre se llevó ambas manos a la cabeza y volteó exasperado. De pronto sus miradas se cruzaron.
Harry frunció el ceño y se encontró bastante desconcertado. Tenía a Matt Grady frente a sus ojos, este había dejado de discutir con los enfermeros y quedó helado al notar su presencia. Se creó una atmosfera de tensión que incluso el personal pudo percibir, pues de inmediato dejaron de hablar al notar la mirada fija de ambos hombres.
Grady frunció el ceño y muy despacio caminó en dirección a Harry, quien aún yacía recostado contra la pared pero con ojos fulminantes. No había tenido el placer de cruzarse con Matt desde que lo vio conversando con su novia en recepción y había un par de cosas que deseaba dejarle en claro, pues no había olvidado para nada el detalle de su atrevimiento a tomarla del brazo.
Harry se incorporó lentamente para cuando Grady se situó frente a él y endureció la mandíbula para contener su enojo. Inclinó ligeramente la cabeza, pues lograba ser más alto que su molesto compañero y entrecerró los ojos, expectante a lo que fuese a decir.
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Tomorrow [H.S.]
FanfictionCuando Harry Styles, un experimentado criminólogo de Londres, se enteró del repentino asesinato de su hermano su único objetivo se volvió encontrar al responsable; pero al mudarse a Nueva York, ciudad del crimen, no contaba con que una aventura pasa...