Harry cargó la última caja restante hacia la sala de estar y la dejó sobre el suelo, junto a las demás. Resopló mientras limpiaba el sudor de su frente con el dorso de su mano y miraba alrededor.
— ¿Era la última? —Horan apareció por el corredor y se acercó a él.
—Sí, hemos terminado—le dijo.
—Ten—Campbell llamó su atención con un silbido antes de lanzarle una lata de cerveza. Harry la atrapó a tiempo.
—No sé dónde guardaré todo esto—Collins bromeó sentado sobre la alfombra y después dio un sorbo a la lata que tenía.
Harry negó despacio, con la vista al suelo mientras sonreía y se reclinó contra la pared junto a él antes de dar un primer sorbo a su cerveza. Sus amigos iniciaron una divertida conversación y él aprovechó el momento para apreciar con nostalgia la escena. Su periodo de traslado había culminado y ahora era tiempo de volver a casa. Después de un año y medio en aquella ciudad no podía estar más complacido por todo lo que vivió, estuvo rodeado de personas asombrosas que no hicieron más de acogerlo y hacerlo sentir bienvenido. Desde que llegó, había logrado acoplarse con facilidad a la agitada vida en Nueva York Hizo y gran parte de ello se los debía, sin duda, a aquellos idiotas frente a él. Los extrañaría, de eso estaba seguro.
También transcurrieron dos meses de su ruptura con Sage y, a decir verdad, no había sido nada sencillo. Después de la última noche que pasaron juntos y tras leer la nota que encontró a la mañana siguiente las cosas parecieron ser bastante claras y él debía respetar sus deseos, después de todo ya le había causado bastante daño. Sage tenía razones de sobra para querer alejarse de él, lo sabía perfectamente, pero eso no lo detendría a intentar hablar con ella una vez más.
Una noche en la que se encontraba solo en la azotea de su edificio la llamó y, para su sorpresa, ella contestó. Hablaron por horas y le dijo que volvería a Londres, necesitaba decírselo, ella tenía que saberlo. Lastimosamente ello no cambiaría nada entre ambos, Sage aún estaba lastimada y por más que le hubiese destrozado el corazón con la noticia, ella no retrocedería.
Ahora Harry se encontraba junto a sus amigos dentro de su vacío departamento y tenía todo listo para su vuelo del día siguiente. Habían pasado el día entero desarmando algunos muebles y guardando objetos de los que no pudo deshacerse a tiempo, pues por más que quisiese, no podía llevar todo consigo a Londres. Chad almacenaría las cajas temporalmente hasta que su mejor amigo realmente decidiese qué hacer con sus pertenencias.
Para cuando dio el atardecer, tras unas cuantas cervezas y una que otra broma pesada como era de costumbre, los muchachos cargaron todo para dejarlo en el primer nivel, donde un camión de mudanza había arribado.
—Enseguida bajo—Harry avisó y se detuvo en el umbral de su departamento cuando se percató que las últimas cajas fueron cargadas. Despacio retrocedió y echó un último vistazo al interior.
Apretó con fuerza el juego de llaves del lugar y de pronto un sinfín de recuerdos parecieron proyectarse frente a él. Risas, juegos infantiles, momentos apasionados, conversaciones profundas, visualizó todo ello en una ráfaga de segundos. Aquí se acababa todo, dejaría atrás lo que posiblemente fue uno de los mejores capítulos de su vida y con ello, todos esos recuerdos. Pero de algo estaba seguro, ella era una persona de oro y jamás la olvidaría, ni aunque lo intentase, porque vaya que lo hizo y fracasó.
— ¿Todo en orden? —un par de golpes leves en la puerta lo sobresaltaron, acompañados por la voz de Tomlinson a sus espaldas. Harry de inmediato volteó a verlo.
—Sí, solo me aseguraba de que no quedase nada—le dijo mientras removía su cabello un poco. Su amigo asintió despacio.
—El camión está por salir—avisó— ¿Vienes? —lo invitó a seguirlo.
—Sí, claro—respondió Harry y salió del departamento— Oye Lou...—lo llamó una vez que cerró la puerta tras él. Su amigo volteó a verlo y Harry de inmediato palpó sus bolsillos antes de sacar un sobre blanco de uno de ellos.
Louis lo observó con intriga mientras Harry, algo dubitativo, acariciaba despacio el papel que sostenía con la yema de los dedos.
— Escribí esto para ella y pensaba que podías dárselo en algún momento...—algo nervioso le dijo y se lo alcanzó. Louis lo tomó y abrió los ojos con asombro.
—Por supuesto que lo haré—dijo en medio de una sonrisa nostálgica.
Harry asintió sin expresión alguna y Louis palmeó su hombro, entonces atravesaron el corredor en dirección a primer nivel. Al llegar todo estaba listo y los demás esperaban de pie junto a la entrada principal del edificio. Harry no se consideraba en lo absoluto bueno para las despedidas, por lo que muchas palabras no fueron necesarias y un abrazo grupal hizo el gesto, sus amigos se mostraron bastante desanimados por su partida, pero aquel momento llegaría tarde o temprano.
Es así como con la promesa de volverse a ver, cada uno subió a su auto y, sin más, se alejaron de aquel edificio.
***
¿Se nos va el Hazz...?
No puede ser, sigo sin creer que llegamos hasta aquí, pero bueno antes que atraviesen sus pantallas y me maten no olviden que faltan dos capítulos extras y que habrá segunda temporada<3<3
Les mando mucho amor<3<3<3
Nos vemos el lunes!
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Tomorrow [H.S.]
FanfictionCuando Harry Styles, un experimentado criminólogo de Londres, se enteró del repentino asesinato de su hermano su único objetivo se volvió encontrar al responsable; pero al mudarse a Nueva York, ciudad del crimen, no contaba con que una aventura pasa...