Katherine Hill es una importante empresaria de Nueva York, catalogada por los expertos como una de las mujeres más exitosas del mundo, es filantropo, activista de los derechos LGBT y a pesar de no ser una fiel amante de la fama, muchas de las revist...
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Katherine tienes que actualizar tus datos, debe venir Valery a firmar documentos, ahora como tú esposa tiene derecho en la empresa - le decía Gabriela sentada frente al escritorio de la empresaria-
Dudo que acepte eso - le respondió revisando unos documentos que la aboga le había traído-
Pues deberá hacerlo, aquí se trabaja por lo legal, sabes bien que la ley exige eso, habla con ella solo son papeles rutinarios no tendrá que venir a la empresa ni nada - le dijo sin tomarle mucha importancia -
Hablaré con ella, trataré - dijo levantando las cejas- ahorita está muy concentrada con la pastelería , que es todo un éxito por cierto - aquello último hizo que en su rostro se asomara una sonrisa -
Me alegra mucho, si te hubieses casado con Cara estuviera ahorita vaciando la Gucci, Chanel, pidiéndote una tarjeta con un millón de dólares para gastárselo en zapatos.
No me gusta hablar mal de ninguna mujer, mas aún si tuve algún tipo de historia con ella, pero yo estaba tan ciega con Cara que jamás tome todas esas cosas como interés, fui una estupida - dijo negando recordando esos momentos -
No te preocupes, el destino te puso alguien mejor en tu camino y para tu suerte todo se alineo y ahora es tu esposa.
La amo - le dijo mirando a su amiga con una sonrisa - todos estos días algo ha rondado mi cabeza y tengo miedo de hablarlo con Valery, temo por cómo vaya a reaccionar.
Que te inquieta? - le preguntó expectante-
Gabby yo tengo 35 años, quiero tener un hijo ya.
Gabriela la miro sin ninguna expresión en el rostro.
Y te da miedo que Valery no lo quiera? - le preguntó -
Si, ella es tan joven, a penas tiene 25 años, seguramente aún no se ve con esa responsabilidad, pero yo estoy mayor es la diferencia - le explico con tristeza -
No debes juzgarla, tienes que plantearle la situación, y quien sabe si también tenga la misma ilusión, nada pierdes con intentarlo - le dijo dándole un poco de esperanza a la mujer -
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