Capítulo 4 "Sin Corazón"

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A la mañana siguiente comenzamos nuestro tour por España, hacía muchísimo calor y decidí vestirme con una pollera alta y un top, mi hermana llevaba un vestido tipo marinera, realmente tenía un gran cuerpo, no como yo, la envidiaba de buena manera, supongo.

Llegamos a una plaza gigante, había muchísima gente, muchos adolescentes como yo, ya habían terminado las clases y parecía que todos estaban disfrutándolo con amigos.

- Hey!, bicho, con Willy iremos a comprar helado, tú quédate aquí y espéranos junto a Poché - sonrió... Esa maldita sonrisa que ya sabía qué significaba, estaba tratando de juntarnos, que manía. Ella más que nadie sabe lo que pasé con mi ex novio, no quiero pasarlo nunca más con nadie, ¿Que no entiende?

- Daniela... - escuché a mis espaldas la voz de Poché - Hoy te ves realmente hermosa - sonrió con timidez, tenía 20 años pero parecía una niña pequeña regalándole una flor a una chica.

- Me estas tratando de decir que ayer era un desastre, ¿Verdad? En mi defensa las 15 horas de avión y el asiento que me desordenó todo el cabello tienen la culpa - rió a carcajadas, me gustaba el sonido de su risa.

- Siempre te ves bien. ¿Sabes? No te pareces a las demás chicas, todas suelen ser egocéntricas y muy desquiciantes, tú me transmites... tranquilidad.

- ¿Quiere decir que te aburro? Muy bien, hoy estás muy sincera - intenté parecer ofendida, pero se me escapaba la risa.

- Marica, ¿Nunca puedes recibir un halago y sólo decir "gracias"? - dijo en tono cansado.

- Es sólo que no estoy acostumbrada a escucharlos y no me los creo - sonreí tristemente, era la verdad, nunca me decían cosas lindas y si lo hacían. no las creía, pienso que la gente sólo lo dice para quedar bien.

- Todo lo que venga de mí lo puedes creer, eres guapísima y no puedes negarlo - me tocó el hombro en forma amistosa - Además... - retiró su mano rápidamente - No te creo que recibas pocos halagos... ¿Tu novio no te dice nada lindo?

- Primero... no, no recibo halagos y segundo... no, no tengo novio - sonreí victoriosa, no tenía novio y estaba orgullosa de decirlo.

- ¿Nunca has tenido? - frunció el ceño, no entendía por qué se veía tan confundida - Sé que suena trillado, pero me resulta raro que no tengas... Digo, eres una gran chica.

- Sí tuve una vez... Duró casi 2 años, pero el chico era un idiota, juré nunca más volverme a enamorar, fin de la historia - respondí rápido y sin darle mucha importancia.

- No puedes negarte a algo tan lindo como es el amor, que te hayas topado con un idiota no quiere decir que todos lo sean - me sonrió levantando una ceja, reí por su rostro y giré la cabeza mirando a un grupo de chicos que nos observaban.

- No Poché, cuando te destrozan el corazón decides no volver a dejar que nadie lo vuelva a intentar, me considero una persona sin corazón - nuestra conversación se cortó cuando un chico del pequeño grupo que nos observaba comenzó a dirigirse hacia nosotras, era alto, delgado, con cabello en punta, morocho de ojos marrones, le sonrió a Poché y supe que tenía una sonrisa fantástica.

- Poché, hace cuánto que no te veo parcera - la abrazó y esta le correspondió, luego me miró a mí y se presentó - Soy Sebastián, pero me dicen Sebas, ¿Cómo te llamas? - me sonrió, tenía una dentadura perfecta, de esas que te dejaban suspirando.

- Mi nombre es Daniela, soy la hermana de Juliana, la novia de Willy - intenté hacer conexiones a ver si quizá encontraba parentesco.

- ¿Hermana de Juliana? Wow, creía que tenía una hermanita, no una herminda - re rió.

- ¿Una qué? - reí - ¿Herminda?

- Con Mario, un amigo, así le llamamos a las hermanas lindas de nuestros amigos - lo dijo sin ni una pizca de vergüenza ni arrepentimiento.

- iSebas! - escuché el grito de Willy mientras se iban a dar un abrazo que luego terminó en mi hermana - ¿Qué haces por aquí hombre?

- Estaba en una quedada con unos amigos, mañana por la noche hay una fiesta, en el club Medusa, irá Johann y Mario, va a estar increíble, claro, pueden llevar a quien quieran y tú, Daniela, estás más que invitada - sonrió hacia mi dirección, me hizo sonrojar y contesté con una sonrisa.

- Claro tío, allí estaremos - contestó animado Willy, luego de que se despidiera comimos el helado en la plaza y después de visitar algunos otros lugares regresamos a casa, me resultaba extraño que Poché estaba tan callada, siempre tenía tema de conversación, pero esta vez no emitía sonido, miraba el paisaje como perdida.

Al llegar al departamento, nos despedimos y entramos en nuestros pisos, ahí es cuando me di cuenta que no tenía nada que ponerme para mañana, le pedí ayuda a mi hermana que me condujo hacia su closet, abrió unas puertas donde las paredes estaban llenas de zapatos, tenía percheros gigantescos con camisas, vestidos y sacos, casi se me cae la mandíbula al ver el enorme vestidor que tenía, era más grande que mi habitación original. Comenzamos a revolver cosas y cosas hasta que nos decidimos por un vestido negro, corto, con la espalda descubierta, junto con una chaqueta de cuero y unos zapatos rojos que hacían juego con una cartera pequeña, me fui a mi habitación, cerré la puerta con traba y comencé a llorar en silencio. Me detestaba, odiaba mi cuerpo con todo mi corazón, mucha de la ropa que me probé en la habitación de mi hermana no me quedaba o lucía espantosa en mí, no tenía el cuerpo soñado ni mucho menos, no era una modelo, no era mi hermana, secándome las lágrimas fui hasta el baño y me metí los dedos hasta el fondo de la garganta, detestaba hacerlo, pero más me detestaba a mí y a mi cuerpo, luego de sacarlo todo, me cepillé los dientes y fui hasta mi cama, allí me quedé dormida entre mis lágrimas.

No diré "Te amo" (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora