Capítulo 29 "Por Fin"

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Ya pasó... ¿Cuánto? ¿3 meses? De la muerte de mi hermana. Me sigue doliendo como si fuera el primer día, pero ya no lo demuestro tanto...

Volví a vivir con mis padres, aquel departamento no me pertenecía en lo absoluto, y sin la presencia de Juli, todo se hacía más difícil de superar.

Con Sebas hablo bastante seguido, pero creo que lo que estábamos empezando volvió a cero.

No veo a Poché ni a Willy hace 2 meses, desde que volví a mi ciudad. Los extraño demasiado. En especial a Poché, ¿Cómo decirle que la necesito? ¿Cómo decirle que estoy cansada de llorar por un abrazo suyo? ¿Cómo decirle que necesito más que sólo sus palabras para llenar este vacío? La quiero conmigo, he tratado de mantenerme fuerte porque en serio me gusta, pero ya no puedo más, estoy cansada de esperar algo que tal vez nunca llegue...

Volví al instituto de Danza clásico.

Volví a vomitar.

Volví a la depresión.

Volví a la bulimia, y ahora empecé a cortarme, a lastimar mis muñecas, cada corte, cada gota de sangre que sale de mí, alivia un poco el vacío y el dolor de mi interior.

Volví a mi vida anterior, aburrida y monótona.

Volví y tú no.

Me desperté, la luz del día me molestaba, fui hasta el baño y me miré al espejo, tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Aparté la vista, era tan horrible que ni yo misma quería ver mi reflejo.

Entré a la regadera, el agua caía por mi cuerpo hasta mis muñecas, me ardían por los cortes recientes de la noche anterior.

Después de cambiarme y ponerme la maya negra de ballet junto a unas medias, me puse una chaqueta bastante larga encima, se estaba acercando el invierno y no quería andar por el medio del bus con la diminuta maya.

Puntas, Cabriole, Croisé, Demi-plié, Arabesque y muchas otras estupideces de ballet que tengo que repetir una y otra vez, hasta la perfección.

Al terminar la clase, la profesora me llama para hablar.

- Daniela, siempre te lo he dicho, eres de las mejores alumnas que tengo, pero algo en ti se ha ido, no tienes el ángel de siempre. ¿Quizá alguna ruptura de amor? - dijo de la forma más inocente y estúpida que pude escuchar alguna vez.

- Es cierto que mi ángel se fue profesora... Debe ser mi hermana, falleció hace unos meses - pude ver que el aire la abandonó, y sin esperar respuesta, tomé mi bolso y me fui del instituto.

Estaba oscureciendo, me puse el abrigo y una bufanda.

Comencé a caminar hasta la parada del autobús. La calle estaba completamente vacía.

Respire profundo, mis pulmones se llenaron de aire frío, mis heridas que comenzaban a cicatrizar, picaban, me arremangué la chaqueta y las observé... Esta noche lo repetiré.

- ¿Alguna vez te dije que me encanta como te quedan esas medias negras? - Escuché detrás de mí y me giré.

- Poché... - Me lancé a sus brazos.

- Mi hermosa bailarina de cristal... Te eché tanto de menos - hundió su nariz en mi cabello.

Nos quedamos así bastante tiempo, no quería separarme de ella otra vez, me sentía protegida, me sentía tan pero tan bien. Fue de esos abrazos que duran hasta que dejes de pensar y comiences a sentir nuevamente.

- Hey... ya es de noche, ven, te llevo a tu casa - sostuvo mi mano y me dirigió hasta su auto.

- ¿Por qué viniste? - tiré de su brazo para que se detuviera.

No diré "Te amo" (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora