Episodio 2

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GIA

Me uno al grupo y sonrío a Amber cuando la veo sentada junto a los chicos, ella me devuelve el gesto con más timidez que anoche cuando sus dedos exploraban mi interior, y espera a que me siente para aclararse la garganta.

—Gia, ¿has pensado en unirte a la Ambrosía de Edimburgo? —Me pregunta ante la incrédula mirada de todos.

—No, no soy muy de clubs, la verdad. —Río antes de continuar comiendo.

—No podría, no es parte de la universidad —comenta Liam.

—Hay una cláusula que indica que la presidenta puede escoger a un miembro por año, al margen de si pertenece a la universidad, siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos.

—Y, por curiosidad, ¿cuáles son esos requisitos? —cuestiono mientras mi cabeza comienza a maquinar ideas perversas.

—Bueno, para empezar, la belleza es un punto importante, y eso a ti te sobra. —La rubia se dirige a mí y hace una pausa cuando una de sus amigas entra en la cocina.

—No me preguntéis cómo, pero me he despertado con un consolador metido en el...

—¡Macki! —exclama Amber mientras todos ríen—. Muy explícita, ¿no te parece?

—Anoche las guarradas no te importaban, señora elegante —contesta ella poniendo los ojos en blanco a la vez que hace pucheros para que Conan la abrace—. Creo que me pasaré el día sentada sobre una bolsa de hielo.

—Que sean dos —dice otra del grupo tras entrar en la cocina con todos los pelos revueltos y la misma bata de Amber.

—Madre mía. —West abre los brazos para consolarla y la rubia vuelve a poner su atención en mí.

—Como iba diciendo antes de que Mackenzie y Davina compartiesen con nosotras la maravillosa experiencia anal que tuvieron anoche, todo miembro de la Ambrosía de Edimburgo debe tener la presencia y belleza adecuada.

—Sí, ya hemos quedado en que belleza me sobra, ¿qué más?

—¿De qué va esto? —Escucho que le pregunta la tal Davina a West en voz baja.

—También debes tener la capacidad para resolver conflictos.

—O generarlos cuando la situación así lo precise —añade Mackenzie con una sonrisa traviesa.

—De eso también voy sobrada, mejor me encargo yo de generarlos y vosotras de solucionarlos. —Río y Liam pasa la mano por mi cabeza despeinándome con diversión.

Ignoro lo que está haciendo Dallas porque se encuentra a mi espalda.

—¿Estás pensando en reclutarla, Am?

—Tal vez, tendría que hablarlo con vosotras —responde a Davina.

—Tienes mi aprobación, esta chica puede sacar mucho partido a la Ambrosía.

—Estoy de acuerdo —apoya Mackenzie, a la cual también dedico una sonrisa.

¿Os dais cuenta de lo que las cosas pueden cambiar después de una noche de intensos orgasmos? Hace cuatro días estas chicas me odiaban, no podían ni verme, y ahora quieren que me una a ellas. Como dije, la violencia no es la única manera de doblegar a una persona.

—¿Sabes? Cumples todos los requisitos, anoche lo dejaste claro, y solo necesito tres votos de cinco para poder proponértelo, así que, ¿qué me dices? —Amber sonríe emocionada mientras yo paso la servilleta por mis labios.

Desvío la mirada hacia Dallas, el cual tiene la misma mirada expectante que el resto de los presentes. Entonces las otras dos chicas que faltaban entran en la cocina y observan la escena en silencio.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2019 ⏰

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