Sinceridad

Día uno

-¡A mi queso nadie lo toca!- grito Plagg y este le dijo ciertas cosas en un idioma que solo Tikki entendió

-¡La tuya en vinagre!- le gritó Marinette y subió al balcón dejando a los kwamis solos.

Ella no creía que sus palabras raras eran en serio.

-¿Por qué le lanzaste esa maldición? Ella solo pisó tu queso- le reclamó al kwami negro. Su portadora no merecía eso.

-Tranquila terroncito, solo durará una semana. Además, es bueno ser sinceros con las personas- dijo sin preocuparse, algo natural en el.

-Esta bien ser sinceros, pero aveces es nesesario tener secretos. ¡¿Se te olvida que es Lady bug?!- le gritó roja de la furia. Más roja de lo que es. Plagg sintió miedo- Definitivamente recibiras el castigo que te mereces, vete con tu portador ¡Fuera!- lo sacaba mientras le reclamaba- ¡Por lo menos la ley del hielo empieza ahora!- esas fueron sus últimas palabras hacía plagg.
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-No creo que sea tan malo- comentó Marinette a Tikki, despues de que el kwami le explicara toda la maldición y sus concecuencias.

-¡No puedes mentir! Ni mentiras blancas. ¡Que tal si Adrien te pregunta si esta gordo o si Alya pregunta si no has tomado su celular o si tu madre te pregunta tus calificaciones! Que tal si...-

-Ya entendí, ya entendí- interrumpió Marinette cansada de escuchar a Tikki alarmada que parecía disco rayado- Pues sera mejor pedirle ayuda a Adrien y de lo que ocasionó su kwami apestoso. Si me disculpas voy al baño a sacarme los mocos mientras finjo que estoy en el baño- dicho eso se fué.

-Esto se va a poner feo- pensó Tikki en voz alta.
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-¿¡Enserió solo fué porque pisaste su queso!?- preguntó Adrien consolando a su ahora linda novia.

-No te puedo mentir así que si- dijo ya agotada de todo eso- Tu me tienes que ayudar. Yo no podré ocultar nada ¡Ni mi identidad!

-Hagamos una prueba, ¿eres tu Lady bug?

-Si

-¿Desde cuando somos pareja?

-Hace casi un año

-¿Me has sido infiel?- preguntó un poco serio

-No-

-¿Estoy gordo?- preguntó aún más serio. Ella tapó su boca para que las palabras no salieran de su boca.

El la miró indignado

-¡Estoy gordo! Por no decirme haremos dieta-

-No quiero hacer dieta porque no es mi culpa tu aumento de peso- dijo repentinamente
sorprendiendose ella misma de su respuesta tan cruel.

El la miró dolido pero entendió su condición.

-Si me disculpas quisiera que me besaras aprovechando que estamos solos- dijo ella sonrojandose al escucharse hablar.

¡Estaba pensando en voz alta! Ya ni pensar podía.

-¡Que atrevida!... Esta bien- dicho eso se empezaron a besar entre risas hasta que entró Sabine a invitarles comida.

-¿Qué estaban haciendo?- preguntó curiosa la señora mientras dejaba la bandeja a un lado, a lo que Marinette contestó como solo ella podía hacerlo.

-Estabamos besandonos apasionadamente pensando que tu estabas en la panadería y que no subirías en un buen rato- respondió Marinette descaradamente dejando a los tres altamente sonrojados.

Un silencio incomodo se hizo presente y Adrien decidió escapar.

-Bueno, creo que es hora de que me retire a mi cas...- iba a terminar de decir pero una mano en su hombro lo detuvieron.

-Tu y Marinette tienen un platica pendiente con nosotros- dijo Sabine a su yerno con un sonrisa.

Esa será definitivamente la peor semana para ellos dos.

Y así el pobre de Adrien tendría que soportar una plática con mami suegris y con papi suegris.

Continuara....