entrada siete: ¿por qué tuve que besarlo?

60 18 9
                                    

lamento cortar mi última entrada en tan poco, fui interrumpido por bob y no le he mostrado a nadie este diario, así que tuve que lanzarlo a un lado rápidamente antes de que comenzara a preguntar, pero ahora estoy solo de nuevo y continuaré donde lo dejé.

después de que mis sollozos se calmaron, frank secó las pocas lágrimas que quedaban en mi rostro.

—espera —susurró mientras me aferró más a él y comenzó a agitar sus alas.

aferrándome a su cuello por la vida misma, me perdí en la alegría de volar en sus brazos. envuelto en su abrazo sentí que el mundo se desvanecía, y renuncié a todas mis preocupaciones y miedos por el momento. muy pronto, el vuelo terminó cuando aterrizó en la cima de una hermosa catedral.

—esto debía ser más privado, y ningún demonio pensará buscarte en la cima de una iglesia.

—sabes que pude haber volado por mi cuenta, tengo mis propias alas —le sonreí.

—oh...um...sí... creo que pensé que estarías muy afligido para volar, y asumí que llevarte sería más fácil.

—no me molestó.

—así que umm... ¿puedo preguntarte por qué estabas llorando?

—siento que tuvieras que ver eso —arañé mi pie contra el suelo, avergonzado.

—me alegró que me llamaras. te estabas proyectando tan fuerte que cualquiera pudo haberte encontrado, gracias a dios fui yo.

—gracias por venir. es sólo que este trabajo... ser un demonio... tener que ver con impotencia como esas pobres personas se condenan a esta terrible vida. no sé cuánto tiempo más pueda hacer esto, pero si paro de traer almas tendré que enfrentar la furia de lucifer, y me aterra tanto que eso pase... no tengo miedo de morir, pero puede mantener mi alma viva mientras me tortura por siempre. sólo necesito una salida, y más allá de la muerte no puedo pensar en nada. me arrepiento de haberme suicidado... sólo quiero volver y rehacer todo. extraño a mi hermano, mi hogar, mi vida...

—oh, gerard... —frank me arrastró a sus reconfortantes brazos, y suspiré contra su pecho, inmensamente agradecido por el simple gesto. de inmediato me sentí mil veces mejor y estaba ligeramente avergonzado por mi estallido.

—¿quieres que te lleve de vuelta a casa y así puedas visitar a tu hermano? tal vez verlo pueda darte algo de paz para ayudarte a seguir —frank preguntó.

mientras reflexionaba la pregunta, repentinamente me golpeó el hecho de que si me acerco a mikey, mi aura empezaría a afectarlo y podría causarle algo terrible. quiero decir- él ya estaba sufriendo por mi pérdida, y si está la opción de añadirle más con mis propios poderes, sólo podría terminar mal.

—no... —sacudí mi cabeza con tristeza—. no puedo quitar mi aura, y si algo le pasara por mi culpa no podría soportarlo.

—oh- no pensé en eso —el rostro de frank lucía desanimado, tenía que decir algo para hacerlo sonreír de nuevo.

—aunque era una buena idea, gracias por sugerirla.

—bueno, qué te parece esto, iré a ver cómo está cuando pueda y te informaré sobre cómo le está yendo. de esa manera sabrás que está a salvo y no estarás poniéndolo en ningún peligro por exponerlo a tu aura.

—¿realmente harías eso por mí frank? —broté con entusiasmo.

—por supuesto, soy un ángel después de todo, y aunque mayoritariamente asesino demonios, puedo probar mi mano en el panorama entero de los ángeles.

—desearía ser un ángel... —murmuré suavemente.

—yo también... eso haría todo mucho más fácil.

tell me i'm an angel ; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora