Super T.

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Una gran metrópolis se presenta, brillando a la luz del sol, pacifica y tranquila. Hasta que una enorme explosión interrumpe esa paz. De entre el humo y el fuego sale un hombre enmascarado con una amplia sonrisa.

-¡Ho no, es el malvado ladrón Bankman! -Gritaba una mujer- ¡Que alguien lo atrape!

El hombre entre risas iba corriendo a gran velocidad saltando entre los edificios. Sin embargo, un estruendo bastante poderoso lo empujo con gran brutalidad contra el suelo. La gente se quedo sorprendida y sonrió.

- ¡Ya apareció!

Dijo una de las personas que presenciaba aquel suceso, pronto la gente sonrió ampliamente de la emoción.

-¡Llegó nuestro héroe!

-¡Esta aquí!

-¡¡¡SUPER T!!!

Un hombre alto de largo cabello y unos ojos rojos mostraba una sonrisa, con un traje negro y una larga y notoria capa verde se revelaba ante el ladrón quien solo se puso de pie ciertamente asustado.

-¡Yo voy a detenerte aqui Bankman!

Dijo el  gran héroe con una sonrisa, sin embargo...

-¡Espera papá!

El hombre miro a su hija con curiosidad mientras tenía en su mano un comic de aquel mencionado héroe. Super T.

-¿Que pasa?

Una pequeña niña de al menos unos 7 años. Cabello rojizo y unos hermosos ojos verdes observaban al hombre mayor con curiosidad.

- ¿Como puede ser eso real? 

- ¿Dudas de eso? 

- Bueno... ¡Yo se que eso es un libro!

El hombre mayor solo sonrió mientras la observaba.

- ¿No sabias que esto lo escribí yo?

- ¡¿He?! ¡¿Enserio?!

En ese instante un rostro de sorpresa se vio en la niña quien se sentó en la cama. Le estaban leyendo un cuento para dormir.

- ¡Así es! ¡Papá presencio esta historia con sus propios ojos!

- ¡Wooooooow!

La niña muy emocionada e inocente sonrió de oreja a oreja.

- ¡Entonces si paso!

Dijo afirmando ese hecho con gran emoción. Su padre, sin poder soportar la ternura que su hija desprendía, se empezó a reír y le acarició la cabeza.

- Super T siempre te protegerá cuando te sientas sola. 

Dijo el hombre mientras tomaba a la niña de los hombros y la recostaba en la cama con suavidad, tras eso la arropo en las sabanas y le pico suavemente la mejilla.

- Si tienes miedo, solo pide ayuda. El estará ahí.

-¡Si papá!

Dijo ella sonriendo.

Kilómetros de la corteza continental, bajo los suelos de esa ciudad. Una gran esfera de cristal brillaba de un tono purpura. Esta luz se hacía más y más intensa, provocando que aquella esfera enorme se llegase agrietar un poco.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2019 ⏰

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