Traición [1er entrega de la trilogía "Escape"]

DEJAR DE TENER MIEDO

—¿Otra vez vas a salir con esa chica Emma? —

Alice me cuestiona al instante en que recarga su  anatomía en el marco de mi puerta.

—Sí, Emma aún quiere que le ayude en algunas cosas de su traslado—

Miento acomodando mi cabello detrás de mi oreja.

—No lo lleva muy bien con el cambio tan drástico—

—Oh, ¿De dónde me dijiste que era?—

Conozco esto, aquí empieza la ronda de preguntas casuales, pero que tienen un propósito y tengo que ponerles fin lo antes posible.

—No te había dicho, nunca hemos hablado tan a fondo de ella. Pero para eliminar tu duda, te informo que es de California.

Es todo lo que le diré.

—Me tengo que ir Ali —

Mi amiga abre los ojos de par en par, para después escudriñar mi rostro a detalle.

—¿Ali? Nunca habías utilizado ese apelativo.

—¿Qué?—

Alice analiza muy bien su respuesta, pienso que va a decir algo, pero vuelve a cerrar la boca. Comienza a pasar su dedo índice por la madera de la puerta.

—Si te molesta no te diré así—

—No, no es eso—

Estoy por salir de mi habitación pero ella interrumpe mi acción.

—No me molesta, sólo remueve recuerdos —

Se queda unos segundos mirando cualquier cosa detrás de mí.

—Pero olvídalo —

Saliendo del pequeño trance posa de nuevo su atención en mi rostro.

—Ahora que lo mencionas, prefiero que me digas Alice—

Finaliza con tristeza para salir de mi habitación.

Cierro los ojos y suspiro. Estuve a punto de delatarme. Los últimos días he estado frecuentando a Connor y hablamos tanto de su familia, que nombrar a mi amiga de esa manera también es culpa de él, pero fui yo quien pidió conocernos antes de tomar una decisión.

Sí, el chico ha sido impaciente y más de una vez me ha estado recordado lo mucho que le gusto. Siendo honesta también he sentido la misma atracción por él, me gusta mucho pasar el rato en el parque o en su departamento. Pero no quiero precipitar las cosas y al final darme cuenta que me he equivocado con él.

Ha sido muy incómodo mentirle a mi amiga, fue incómodo estar con todos los Owen el pasado fin de semana. Connor y yo actuamos y nos tratamos con respeto cuando sus hermanas estaban cerca.

Aún se me removía la panza de sólo recordar el momento en que dijo que había conocido a alguien. Que esa chica lo tenía mal, y que deseaba seguir viéndola.

Mis mejillas vuelven a calentarse justo como esa noche, supe que se refería a mí y me tocó disimular detrás de mi copa la sonrisa estúpida que quería salir y gritar: “¡Soy yo!”