One Shots|| Ben Hardy

Te quiero💜

1974

En Londres el día ha sido como todos los anteriores durante esa semana: lluvioso y húmedo. Es el tiempo perfecto que te incita a quedarte en casa, refugiado dentro de una sábana mientras lees un libro o ves cualquier película en la televisión. Aunque hay gente, como Dana, que no puede hacer eso todo el día, y sueña con ese momento durante sus horas de trabajo.
Pero, en realidad, ella pretende siempre hacer otra cosa cuando llega a casa.

Todos los miembros de Queen, y sobre todo Brian y Roger, prometieron llamar a la chica siempre sobre la misma hora todos los días, cuando ella saliera de trabajar. La joven recibe esa llamada puntual con mucho gusto, ya que le encanta escuchar todo lo que sus amigos le cuentan sobre América y le hace recordar sus experiencias allí.
También le hace esperar cada vez con más entusiasmo el momento en el que ella vaya a reunirse con ellos durante la gira, ya que los chicos (aunque en realidad, fue iniciativa de Roger) le invitaron a formar parte de lo que quedaba de gira cuando ella tuviera vacaciones. Dana cuenta los días que faltan para coger ese avión y llegar junto a ellos.

Ahora mismo, la chica se encuentra con el auricular del teléfono en la oreja, y suelta carcajadas entre frase y frase mientras con su otra mano acaricia a Tom, que está acostado sobre su regazo con los ojos cerrados, ajeno a la conversación de su dueña.

  - ¿En serio le escondiste el bajo a Deacy durante una hora?- pregunta Dana mientras intenta recomponerse a duras penas de su ataque descontrolado de risa.

No puede evitar pequeñas carcajadas mientras imagina la cara del bajista buscando como loco su instrumento para poder empezar el ensayo, justo antes del concierto de ayer, y Roger tampoco puede dejar de reír ante el recuerdo de su broma.

  - No pensé que fuera a costarle tanto encontrarlo... pero definitivamente fue mucho mejor de lo que me esperaba- dice el rubio desde el otro lado de la línea, limpiándose las lágrimas de risa que tiene en los ojos.
  - Me sorprende que pudieras aguantar tanto tiempo hasta que te pillaron, la verdad.
  - Al final lo descubrió porque no pude evitar reírme de su cara... y además, lo dije yo mismo porque si no, no podríamos haber ensayado antes del concierto.
  - ¿Me estás queriendo decir que te delataste tú solo? ¿Qué no te pillaron?- pregunta la chica con una sonrisa de medio lado que el rubio detecta perfectamente a través del teléfono.
  - Efectivamente- contesta este, ahora sonriendo de igual forma-. ¿Estás pretendiendo insinuar que no fue así?
  - Estoy diciendo que eres pésimo mintiendo- contesta Dana sin rodeos, y no tarda en escuchar quejas por parte de Roger.
  - ¿Perdona? Soy el mejor mentiroso que puedas conocer.
  - Rog, créeme, si tuvieras que ganarte la vida como actor, Brian y yo tendríamos que darte dinero para vivir.
  - No, amor. Me dejarías vivir en tu casa, y seguramente acabaríamos compartiendo cama- suelta Roger con una sonrisa pícara y tono falsamente seductor, a lo que Dana no puede evitar reír de nuevo.

Los dos siguen hablando un rato, hasta que el chico empieza a avisar de que debe colgar para empezar a prepararse para el concierto de esa noche.

  - ¿Los chicos están bien?- pregunta Dana, ya que esa tarde se ha pasado todo el tiempo hablando con Roger.
  - Si, te mandan recuerdos. Brian luego me echará la bronca por acapararte toda la tarde, pero bueno. Que llame después- dice el rubio con pequeñas risas de por medio.
  - ¿Alguien me echa de menos?- pregunta ella, con tono burlón.
  - No, Dan. Solo quería contarle mi hazaña a alguien que no estuviera enfadado conmigo por retrasar el ensayo de ayer, eso es todo- vuelve a bromear Roger, a lo que la chica no puede evitar reír también. 

Hay un par de segundos en silencio mientras terminan de calmar sus risas, y este finalmente es roto por el rubio, quien ahora habla con voz más suave.