Cap.2

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“Bueno JungKook, nosotros ya nos vamos”. Dijo JiMin mientras se dirigía a la puerta en compañía de su hija y esposo.

“Adiós!”. JungKook se despidió con la mano al igual que su amigo, este se fue para subirse a su carro, así que el pelinegro cerró la puerta.

“Bah~”. Bostezó el pequeño JeongWu, su padre lo cargó, lo llevó hasta su habitación, en donde lo cambió, lo acostó en la cama, le dió un besito en la frente y dejó a su hijo para que durmiera plácidamente.

JungKook también estaba cansado, gracias a Dios JeongWu ya había salido de vacaciones, cierto, ¿cómo se le pudo olvidar?, necesitaba comprar el regalo de Navidad de su hijo, tendrá que empezar a buscarlo. El pelinegro no le dio más vueltas al asunto y se durmió.

.  .  .

“Papi! Despierta!”. Le dijo su hijo mientras lo movía de un lado a otro.

“¿Qué pasa Jeong?”. Preguntó su padre adormilado.

“Tengo hambre”. Replicó el niño.

“Ya voy a hacerte de desayunar”. Dijo su padre parándose de la cama.

“Yey!”. Chilló el pequeño y se fue corriendo de la habitación de su padre para irse a la cocina.

JungKook se duchó y cambió, bajó las escaleras, se encontró a su hijo viendo la televisión, caminó hacía la cocina y empezó a hacer su desayuno favorito.

Al cabo de unos 5 minutos, el pelinegro ya había acabado, por lo que llamó a su hijo.

“Jeong! Ya está!”. Dijo el adulto sentándose en la silla del comedor color chocolate, vió como su hijo entró por la puerta de la cocina y fue a lavarse las manos para así comer como cerdo.

“Papi! Hiciste mi desayuno favorito!”. Chilló Jeong y empezó a comerselo, al igual que su papá.

“Jeong, ahora que estamos de vacaciones, ¿qué quieres hacer?”. Preguntó JungKook una vez los dos terminaron de desayunar.

“Amm...,no lo sé, ¿podemos ir al parque?”. Dijo el niño mirando fijamente a su papá.

“Claro”. Dijo este y sonrió mostrando sus dientes de conejito.

“Sí!”. Chilló Jeong y se paró de su asiento para irse a la puerta principal y esperó a que su papá la abriera.

Este lo hizo y tomó a Jeong de la mano, caminaron unas dos cuadras y llegaron al parque, era uno hermoso, su césped era verde, tenía flores de todos los colores y también muchos juegos, el pequeño se soltó del agarre de su padre, corrió hacía la resbaladilla y empezó a jugar. JungKook veía feliz a su hijo, quería lo mejor para él, descuidó por un momento a JeongWu y volteó la mirada hacía otro lado, en donde vió al maestro de su hijo caminando, no le dió importancia y volvió a ver a Jeong, quien le hacía señas para que viniera, a lo que JungKook hizo caso.

“Papi, soy una persona en peligro! Sálvame!”. Chilló Jeong y fingió que se iba a desmayar, Jungkook solo rió y se abalanzó sobre su hijo, y dió muchas vueltas cuando lo tuvo en brazos, “M-Me estoy mareando!”. Se quejó el pequeño y su padre lo dejo en el piso para que volviera a estar normal.

“Sabes Jeong, te quiero mucho”. Dijo su padre incandose para estar a su altura.

“Yo también papi”. Dijo el nombrado y lo abrazó, a lo que el otro correspondió, parecía que el abrazo nunca iba a terminar, muchos padres que pasaban por allí, se morían de ternura al ver tal escena y los alagaban, mientras que otros solo estaban celosos de la tan cercana relación entre padre e hijo.

“Emm... Disculpe que los moleste, pero, no se que dirección es esta”. Dijo una voz masculina, JungKook se paró y giró para ver quien era, mientras sostenía a su hijo de la mano.

Pudo visualizar al maestro de su pequeño, lo miró a los ojos color avellana que tenía que lo dejaron hipnotizado, su cabello azul y esos pequeños lunares, sí, estaba analizando cada detalle de su rostro, “Bueno, es que yo tampoco sé”. Dijo JungKook y se rió.

“Jeje, bien, gracias de todas formas”. Dijo el maestro, dio una reverencia y se fue del lugar.

“Bueno hijo, es hora de regresar, está empezando a nevar”. Dijo el pelinegro y tomó a JeongWu de la mano para irse caminando en dirección a su casa.

Cuando llegaron pudieron sentir lo cálido de la casa en sus cuerpos, Jeong se quitó la chamarra al igual que su padre y se sentaron en el sillón.

“Bien JeongWu, ¿que quieres que te traiga Santa Claus?”. Preguntó JungKook viendo a su hijo.

“Mmm...quiero que me traiga unos carritos de juguetes, un carro a control remoto, unos muñecos de acción”. Dijo Jeong entusiasmado por la pregunta de su papá, “Y los más importante, quiero que me traiga a otro papá”. Finalizó el pequeño viendo al pelinegro con la sonrisa que heredó de él.

“E-Eh, bueno, ¿por qué no le vas escribiendo de una vez tu carta?”. Dijo JungKook nervioso ante la última petición de su hijo.

“Ok!”. Chilló el niño y se fue corriendo en busca de una hoja y un lápiz para empezar a escribir.

El pelinegro suspiró y sonrió ligeramente al ver a su hijo, su único hijo, entusiasmado, realmente, a Jeong le encantaba la Navidad, debido a que cumplía exactamente el 25 de Diciembre, y, ¿cómo no odiar su cumpleaños?. Entonces, tendría que conseguir pareja, hombre, a él realmente no le molestaba, ya que era bisexual, en fin, espera conseguir pareja antes del 25, valla que iba a ser todo un reto.

Se levantó del mueble y se dirigió a la cocina a prepararse un poco de comida, sabía que había comido hace poco, pero traía mucha hambre, se hizo un sándwich y se lo empezó a comer tranquilamente, hasta que escuchó como unas bolas de nieve se estampaban en la ventana, furioso, JungKook dejó su “comida” a un lado y salió de la casa hecho fuego, se acercó a los chicos que hicieron tal acción y los miró de una forma asesina.

“¿Qué les pasa!? ¿Están locos o qué!?”. Gritó muy enojado el pelinegro.

“Tranquilo amigo, solo fue un par de bolas de nieve”. Dijo un chico tratando de calmar al furioso JungKook.

“Cállate”. Dijo amenazante el chico más alto de todos, y también el más mayor.

“Tranquilo”. Dijeron los chicos ya que pensaron que quién vivía en esa casa era un viejo con panza y arrugas, pero no, se encontraron a un chico alto con buen cuerpo y sin arrugas.

“La próxima vez que vuelvan a hacer eso, las verán conmigo”. Dijo el pelinegro y se dio la vuelta para regresar a su casa.

“Anciano!”. Gritó un chico, grave error.

El pelinegro se abalanzó sobre el chico que le gritó eso, tan solo le dió un puñetazo y el chico ya estaba sangrando, “Sabes, no quiero seguir dándote más golpes, porque eres muy débil, y creo que tan solo 4 golpes más, te hubiera roto la cara”. Dijo JungKook y se levantó de encima de él, no sin antes sacarle el dedo corazón y regresarse corriendo a su casa. Valla tarde.

ᵈᵃᵈᵈʸ! ⁱ ʷᵃⁿᵗ ᵃ ⁿᵉʷ ᵈᵃᵈ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora