1- ¿Estoy soñando o eres tú, Harrington?

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Billy quedó ingresado dos semanas en el hospital, justo después de la gran catástrofe sucedida en Hawkins. Muchos investigadores lo acribillaron a preguntas cuando este dio indicios de despertarse, pero su ya irritada hermana los alejaba e intentaba evitar a toda costa que sacaran información relacionada con el mundo del revés. Era demasiado peligroso.

─ Max, un cigarro. ─ Por milésima vez, el rubio con voz "demandante" (aún estaba algo adolorido ) pidió su queridísimo tabaco. La susodicha volvió a negárselo.

─Estúpida. ─ Dijo a regañadientes, e iba a abalanzarse cual salvaje bestia sobre ella, si no fuera por todos los cables intravenosa que prácticamente lo inmovilizaban contra la cama.

─ Billy, no puedes fumar. Es muy perjudicial, y más en tu estado actual. Hasta que no te dé el alta los médicos, deberás abstenerte.─ La pelirroja suspiró, estaba ya algo cansada de tener que soportar lo imbécil que era a veces su hermanastro, pero aún así daba fé de que este no la odiaba tanto como hacía ver. Al menos llegó a esa conclusión cuando billy estuvo a punto de morir en manos del azotamentes, y le susurró un "lo siento" demasiado sincero para ser mentira.

─ ¿Desde cuándo te has vuelto más insoportable que de costumbre? Es mi cuerpo, no el tuyo. Niñata. ─ Justo antes de que la contraria perdiera los nervios, una enfermera del hospital llamó a la menor. Salió unos instantes de la habitación, y volvió con una sonrisa, fingiendo inocencia.

─ ¿Qué quería?─ El paciente se encontraba leyendo una revista desgastada de coches. Empezaba a aburrirle leer siempre lo mismo.

─ Me ha avisado de que los chicos están en la entrada, así que me marcho. No te importa, ¿verdad?

─Haz lo que te plazca, pero cuando salga de aquí, espero no enterarme de nada sobre ese tal Sinclair. Una estupidez más, y no habrá tanta suerte. ─ En realidad, billy sabía de sobra que nada malo sucedería, y tampoco se veía capacitado para actuar como antes de ser poseído por aquel monstruo. Algo dentro de él cambió, abriéndose más con la gente que lo rodeaba. ( Eso sí, a su manera.) No podía cambiar de la noche a la mañana, por ello alguna que otra amenaza salía inevitablemente de sus labios.

─ ¿Dónde van? Y por cierto, quiero alguna revista nueva. Esta es una mierda.

─ Vamos de picnic. Nancy y Jonathan se ofrecieron a llevarnos. Le dije a dustin que trajera comida de verdad y algunas revistas nuevas, pero creo que le pasó el recado a su madre. No lo recuerdo bien.

─ Sí, lo que tú digas. Ahora esfúmate.

─ Adiós hermanito. ─ Lanzó un besó al aire y se fue soltando alguna que otra risilla.

El muchacho cerró los ojos y se acomodó como pudo, intentando adoptar la postura idónea para echar una siesta. Desgraciadamente, un fuerte portazo hizo que abriera sus ojos súbitamente, y quedó atónito al ver quién se encontraba en esa misma habitación de hospital.

─ ¿Estoy soñando o eres tú, Harrington?

─ Sí, soy yo, no te vengas en los pantalones. ─ Steve rodó de forma exagerada los ojos, dejando caer un par de revistas en el abdomen del mayor.
Seguidamente, sacó de la bolsa que portaba dos tarrinas de helado, ofreciéndole una de ellas.─ Desconocía tu sabor preferido, así que traje el de chocolate.

─ No sabía que eras la madre de Dustin.

─ Cállate Hargrove, me obligaron a venir. ─ El moreno se recostó en una de las sillas que habían, y le dio una gran cucharada a su helado. ─ ¿Cómo te encuentras?

─ No me puedo quejar, princesa. ─ Billy se relamió los labios, dejando escapar una sonrisa ladina. ─ Y tú qué tal, ¿aprovechaste para retomar el puesto de rey?

─ Supera ya eso, ahora trabajo y mis intereses han cambiado. Sobretodo gracias a Nancy.─ El adverso hizo una mueca que intentó disimular, y frunció el ceño. Otra vez mencionaba a Nancy. Por alguna razón, le molestaba en demasía.

─ Nancy esto, Nancy lo otro. Supérala.

─ Qué mosca te ha picado. ─ Steve lo miró con asombro, soltando una sonora carcajada ante tal comentario. ─ ¿Estás celoso?─ Dijo divertido, levantándose de la silla para acercarse hacia Billy. Sabía la respuesta: "no".

─ ¿Qué pasaría si lo estoy? ─ Contestó, alzándose levemente de la cama y jalando con fuerza el brazo contrario, provocando que este perdiera el equilibrio y cayera de cara sobre su torso. ─Dime, Harrington, ¿no recuerdas lo que dijiste al salvarme?

─ No lo recuerdo.

─Sí que lo recuerdas. ─ Agarró del mentón al susodicho, alzando el rostro para que lo mirara directamente.

─ Que te consideraba una buena persona a pesar de todo. Sólo pensaba en cómo salvarte.─ Steve se sonrojó fuertemente al acabar de decir lo último, en un susurro, pero jamás admitiría que el rubor fue provocado por sus intimidantes orbes oceánicos.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2023 ⏰

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What's Wrong? / HarringroveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora