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꧁Thirty-four꧂

(Omegaverse #2)

-Porque ustedes lo pidieron y yo como leal esclavo obedezco c;-

La luz consiguió entrar por las cortinas cerradas, obligando al beta a forzar el cierre de sus ojos y voltear para impedir el contacto con él. Sus brazos se desplazan inconscientemente por la cintura de su acompañante, mientras su nariz viaja al origen del delicioso olor de canela y miel combinados.

El menor, aún dormido, ronronea por la calidez recibida, y por gran premio dado, el omega enreda sus dedos en la cabellera despeinada de Stephen, permitiendo que ambos cuerpos se junten en un dulce abrazo. El mayor sonríe por sentir a su compañero.

Por primera vez  puede encontrar esa tan ansiada sensación de confort y tranquilidad en una gran mañana. Las pesadillas han pasado a segundo plano y el insomnio no volvió a ser otra batalla que dar en la noche. Una primera vez que, amaba y deseaba que se repitie...

Espera.

¿Canela y miel?

Abre los ojos de golpe. La escena brindada no puede ayudar a tranquilizarlo al entrar en razón.

Tony Stark, el omega más codiciado con una manada que daba envidia a muchos, estaba con él en una cama, desnudo, con muchas marcas obvias de la noche anterior. Despeinado y horriblemente lindo, con un cuarto claramente en un caos por todo el lugar; ropas, adornos y utensilio tirado de un lado a otro, y la cama...

Stephen se sonrojó violentamente. La cama olía a sexo con todo el olor impregnado del omega.

Dios. 

Para su buena suerte, el castaño no había despertado y pareciera no querer hacerlo, además de tampoco soltarlo. Parecía estar tan cómodo en los brazos del beta, con una gran tranquilidad que desearía nunca la perdiera. Se veía tan adorable...apetitoso, sum...

Negó varias veces para impedir el termino de la palabra. No podía creer que se dejó llevar por sus instintos más primitivos para llegar a tales circunstancias con su amigo, aquel que le dio un maldito cuarto y maldita comida para que pueda sentirse en hogar ¿Y él como lo agradece? De esta horrible manera.

Lo más posible es que lo odiara y su manada lo mandara al carajo si se enteraran de su estupidez.

Definitivamente, no dejaría que pasará ello.

A pesar de que su instinto alfa, cual debería de estar en lo más profundo de él gracias a un hechizo, gruñía molesto al saber que Stephen iba a dejar al omega solo, unió sus pocas fuerzas y se levantó lo más despacio posible sin irritar el sueño del castaño. Él, al ya no sentir el cálido cuerpo del beta, gimió y le dio la espalda, ahora teniendo de reemplazo una almohada. Stephen suspiró y agradeció que los betas no tuvieran un olor característico, pues sabía que lo único que Tony buscaba era su cuerpo, no su aroma.

Pero, lamentablemente, al no encontrar una forma exacta en el objeto, se siguió moviendo por la cama, causando el aumento de su fragancia, signo de estar llamando al beta a regresar.

El pelinegro se tapó la nariz antes de ceder al alfa el control. El omega había estado en celo.

Jadeó excitado. Claro, durante esos meses siempre ha tenido un auto control para evitar besar al castaño cuando los dos no tenían compañía de los demás vengadores, hasta tuvo que memorizar los días de su celo para no causar este tipo de cosas. Sin embargo, por un simple descuido suyo, encontró a Tony en celo en su laboratorio en una noche pesado, estando tan solo los dos en la torre, así llegando a ese terrible momento.

Trato de ignorar el olor mientras indagaba por toda la habitación su vestimenta, algo que se le hizo casi imposible al darse cuenta que la ropa estaba hasta revuelta con las sábanas que tapaban al omega.

Fue una tortura de minutos que parecieron siglos, pero al dar con la última pudo sacar todo estrés con un largo suspiro, y al fin, abandonar la habitación sin sospechas de que su presencia estuvo por ahí.

Miró al omega. Pudo nuevamente ver todas esas marcas, y de milagro, ninguna que marcara la unión de ambos. Se acercó y acarició sus cabellos, él sonrió y se acomodó con la almohada reemplazante ya aceptada. Stephen solo atinó a observarlo con tristeza, al saber que todo lo sucedido la noche pasado fue un error.

Se alejó, y con una última mirada a la habitación, se retiró con el pensamiento de mejorar el hechizo y alejarse aún más del castaño.

(*)

 Parpadeó al escuchar la voz de Viernes con su alarma de las ocho de la mañana.

Se sentó en su cama y restregó sus ojos sin cuidado, para luego bostezar y relamer sus labios secos.

El lugar era un desastre, junto con su cama y persona. Podría decir que había vuelto a pasar su celo con otro beta contratado a última hora, pero su cabeza volvió con todo recuerdo antes de estar dos días de puro sexo.

Se había adelantado y él no había reaccionado a tiempo para encerrarse en su habitación.

—Viernes, cariño ¿Puedes mostrarme lo último que pasó?— Su voz sonaba ronca y se le era difícil articular las palabras. Si que había gritado demasiado.

—Claro señor— Un gran holograma se presentó delante del castaño— La última vez que el Sr. Strange estuvo aquí fue a las cuatro y cuarenta y cinco de la mañana. Parecía muy...—

—Espera, espera— Detenio el monólogo de su IA— ¿Strange?—.

—Fue el que lo encontró en el laboratorio en su...estado, señor— Tony no pudo responder. Se quedó en shock al escuchar la información— ¿Desea ver el video señor?

—No, no— divagó en su respuesta— Creo que...ya se lo que pasó.

Volvió a relamerse los labios.

Stephen había hecho el amor con él.

Y no debía de saber que él lo sabía.

(*)

Crisis existenciales ¿siono?

Tengo una historia (en mi mente) de este one-shot, pero como que la flojera gana xd...

Pero ya, eso no es importante.

¡Y no! ¡No voy a hacer una tercera parte! Se me quedan con las ganas unu.

Bueno ya xd.

Vengo a hacer spam jsjsjs.

"En una tarde nevada, el pasado regresa para volver a recordar su destino..."

He dejado algunas aclaraciones al final del prólogo, así que no tengo mucho que decir aquí sobre el libro uwu.
Espero lo disfruten. Tengan una feliz navidad <3

(Psdata: Este OS es una kk, osi)