POEMARIO I

Cuero

Dijiste que el cuero lucía bien en mí
Y cuero no dejé de vestir.
Recuerdo lo mucho que te gustaba como me veía con botas y cadenas, y lo mucho que te molestaba que cortara mi cabello.
No importa, está bien, porque yo no puedo pedirte que cambies nada.
Está bien porque si no te gusta como soy, ¿a quién le gustará?

Es extraño, como para ti es fácil ser indiferente. No lo puedo entender porque yo te doy todo y pareces no querer corresponder.
Está bien, porque puedes estar con quien sea, tal vez no valgo lo suficiente para que sepas si quieres algo conmigo o no.
Supongo que es viable dar todo mi esfuerzo a pesar de saber que es en vano, como siempre.

No hay problema, quédate ahí sentada, viendo como doy todo de mí para poder ser algo que llegue a la suela de tu zapato.
Solo no te vayas, quédate, aunque no te guste nada de mí, eso es lo que tenemos en común.

Por favor, sé paciente, no puedo vivir sin ti y puedo hacer cualquier cosa para que no te alejes, no te apartes.
Déjame
Déjame envolverte en estos brazos mugrosos, llenos de costras y cicatrices.
No puedo, quédate, dame tu frío, dame tu mal gesto, es lo único que quiero, lo único que sé que puedo disponer.