𝖕𝖗𝖊𝖑𝖚𝖉𝖎𝖔

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Esto

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Esto... ¿hola? supongo. 

Hace algún tiempo publiqué un mensaje en el tablón de esta cuenta. Era un mensaje claro, que me costó mucho escribir: se habían acabado las historias. 

En mi borrador dejé mil y una obras nunca publicadas, mil y una obras interminadas, y mil y una más que jamás llegué a comenzar. Esas historias no van a materializarse, porque no voy a escribirlas. 

¿Y sobre las obras que he dejado a medias? no voy a terminarlas. Probablemente. No voy a volver a escribir sobre algo que no me llena; que no me hace tener ganas de sentarme frente al teclado. 

Veréis: es la misma historia que ya he contado tantas otras veces. El tiempo, la motivación, el estrés... en general: la vida. Me estoy quedando sin tiempo para mí. Para mí, esta cuenta era una vía de escape, ese momento de distracción en el que todas las responsabilidades se hacían polvo. No había nada mejor que dejar pasar el tiempo sin siquiera darme cuenta, improvisando sobre la marcha en una de esas tantas historias que salían de mi cabeza. Pronto se convirtió en otra de esas responsabilidades. Siempre he sido una chica con las piernas largas, que rehuye todo lo aburrido o rutinario. ¿Me creeríais si os dijera que estaba empezando a aborrecer escribir?

Tardaba meses en actualizar un único capítulo, solo para volver a comerme la cabeza al día siguiente en que pronto tendría que ponerme de nuevo. Como si fuera una obligación o un trabajo.

Supongo que me cansé. 

Y supongo que lo echaba de menos. 

¿Sabéis? escribir es de esas cosas a las que siempre acabo volviendo. Cuando todo falla, cuando no tengo ganas de seguir, de hacer nada, o cuando me siento en un pozo sin fondo... siempre me queda escribir. Escribo porque me gusta, porque me ha gustado desde que era un renacuajo. Porque era la manera en la que podía plasmar todas historias que de niña leía y que mi imaginación se encargaba de tergiversar. Porque me hace feliz. 

Y estos meses, la verdad es que han sido más como un retiro espiritual. No, escribir no es lo único que he dejado últimamente. He viajado, he conocido a mucha gente, he vuelto a la medicación... y he dejado de darle tantas vueltas a todos los problemas que no me dejaban dormir. 

Escribir me gusta. Me gusta mucho. 

¿Por qué iba a olvidarme de algo que amo, solo para pensar constantemente en todo lo que me hace infeliz?

¿Por qué iba a olvidarme de algo que amo, solo para pensar constantemente en todo lo que me hace infeliz?

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A continuación, algunas advertencias para el lector:

❥ minúsculas intencionales (¡!),

❥ historia inspirada en la canción «Sleep on the floor», de The Lumineers,

❥ an g s t (sí, estaba claro),

❥ yo, siemplemente improvisando.

❥ yo, siemplemente improvisando

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Bien. Esta es la historia de una muerte... y de un renacimiento. 

Espero que os guste. 

𝖇𝖔𝖔

𝖙𝖍𝖊 𝖑𝖚𝖒𝖎𝖓𝖊𝖊𝖗 🥀 [ 𝑗𝑎𝑒𝑗𝑢𝑛 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora