Prologo.

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He completado mis veintiún años y he logrado llevar una vida completamente lujuriosa y consentida. Era la niña mimada de papá, era aquella pequeña que calmaba sus demonios y lo atormentaba cada vez que lloraba.

Mi padre, él siempre ha sido para mí, mi heroe, mi luz, mi unico compañero. Mi madre me abandonó cuando yo apenas tenía 8 meses de edad.

Es triste ¿verdad? Imaginense una niña crecer sin la razon justa de porqué su mamá se fue, y lo peor es que se enoja con su papá porqué ni él sabe qué responder.

Pero gracias a Dios ya estoy grande y he tenido oportunidad de estar con ella, jamás se ha visto interesada. Lo unico que le interesa es el maldito dinero.

Por eso me dejó.

Ahora me encuentro instalada en España, estoy estudiando arquitectura mientras mi padre, trafica, vende y mata, es dueño de un gran cartel en todo el continente Europeo y Latinoamericano. Él cree que no me importa, pero mis amigos quedán bobeando cada vez que subo una foto con mi padre y molestan cada vez que pueden.

Sí, tipicos hueones que se juran Chapo Guzmán y admiran a mi padre por lo mismo.

Sin contar niñas que me tienen mala y denuncian.

Al punto.

Mi padre lo dieron vuelta, le pusieron el pie. Alguien lo traicionó y le hizo una mala jugada, lo metieron en un drama con el cartel de Turquía, Sinaloa y Colombia.

Mi papá es muy habiloso, supo defenderse entre dos carteles. ¿Pero y el otro? El otro cartel se encargó de mi.

Gracias a Dios yo nunca he sido de las que se cagan, siempre he salido de todo problema y este no será otro que me saque de quicio y me mate. No por algo he sido la hija de Ryan Abbatucci, algo he debido de aprender y sé que en esta vida todo se trata de traición a frente junta.

Ocaso  [En curso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora