Capitulo 3.

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Bajo la melancolía y en un grado de shock mantenía mi mirada en la ventana del avión, mi padre, lo único cercano a familia se me había ido. Siempre fuimos nosotros dos, jamás fuimos tres o cuatro y eso hoy me está jugando en contra.

Miré a mi derecha y estaba Kim, reposando su cabeza en la pared del avión y a mi izquierda Anthuan, su padre mirando su celular como si nada hubiese pasado.

Esta no es mi familia, en estos tiempos cualquiera te da la espalda por diferentes cosas. No debes confiarte, por mas que se quieran. Debes independizarte sea como sea. —pensé y no desde el orgullo de porque no me fui para el lado de la ventana, pero simplemente yo ya no tenía familia.

Nuestro destino era dentro de España, ya que Anthuan aseguró que el Turco ya se debió dar por satisfecho y no nos molestaría. Y la ciudad precisamente era Valencia. En lo personal, encuentro que es una ciudad hermosa, llena de entretenimiento y lujos pero que en este momento no era lo más importante o emocionante para mí.

Llegamos a destino y nos dirigimos en una camioneta (que esperaba a Anthuan afuera) hacía Marina Beach Club, que es el hotel en el que nos hospedaríamos por mientras.

Al llegar solo me interesaba ir a mi cuarto y llorar, me sentía tremendamente sola y desamparada y no había nada que pudiese en ese momento hacerme sentir bien.

Kimberly también estaba destruida pero ella aún no era consciente de la muerte de mi padre, porque estaba durmiendo en ese momento y al escucharme llorar solo pensaba que era por la situación, así que alguna palabra de aliento no salió en ese momento.

Me quedé en plena habitación sola, y decidí calmarme para pensar, pero en verdad la mente no funcionaba. Me dirigí hacía la ventana y daba hacía una terraza hermosa, contaba con piscina y un bar en el cual podías sentarte y beber.

Mire el cielo y estaba oscureciendo, abrí la ventana y sentí la brisa. Era deliciosa y sentí una calma y mariposas en el estómago que mas que emoción me dió ansiedad y náuseas, un sentimiento que es inexplicable, pero que trama con la melancolía.

Me devolví a ver mis maletas y me coloqué un buzo, lo que menos quería hoy era resaltar o arreglarme, la situación no lo ameritaba y las emociones le hacían burla, por lo que un buzo de mi padre, XL azul fue la opción.

Sentí su olor y era como si estuviera aquí, era exquisito y una lágrima se hizo presente.

Prometo calmarme papá, pero dueles. No sabes cuanto dueles, no puedo asimilarlo, no entiendo como ya no entraras mas por alguna puerta, como tu voz se plasmara solamente en audios de WhatsApp y jamás en alguna llamada. Te necesitaré y mi corazón se siente vacío, no se explicarlo pero te prometo que me calmaré y trataré de vivir con esto.—Dije mientras abrazaba su sudadera.

Terminé de colocarme mis zapatillas y me dirigí al bar.

Al llegar habían unos cuantos huéspedes del hotel haciendo uso del servicio, pero trate de alejarme lo mas que pude en una esquina de la barra para poder también estar cerca del servicio.

-Hola, buenas. Quisiera un Daiquiri de fresa por favor. -le dije al de la barra mientras me sentaba en un taburete.

Mis ojos seguían con tristeza pero trataba de aguantarme las lágrimas y mientras tragaba mi Cocktail lo pensaba e imaginaba, hasta que pedí el tercer Daiquiri.

-Hola. -mencionan desde mi lado izquierdo una voz masculina.

-Hola. -dije con el Cocktail cerca de los labios y casi sin mirarlo.

-Perdón si te enfada el que te haya hablado, pero como te vi sola... Quise acercarme. -mencionó lentamente y marcó una sonrisa.

Lo miré y le mande una sonrisa desinteresada.

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⏰ Última actualización: May 25, 2022 ⏰

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