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ji changmin

27 de mayo. Chanhee jamás olvidaría esa fecha. Olvida las fechas históricas, pero no podría olvidar esa. Es diferente a las demás, porque es la fecha que le dio comienzo a su historia. No es la fecha de su nacimiento, pero es el día en que comenzó a vivir de verdad. Irónicamente, sin saberlo, había comenzado a morir.

Sólo llevaba dos meses de clases, y aún así se sentía tan cansado como si fuera fin de año. Su amigo Jaehyun le propuso unirse a un grupo de whatsapp con personas desconocidas para divertirse un rato y olvidarse de la escuela. Chanhee aceptó, no muy convencido. Esa fue, posiblemente, la mejor decisión que tomó. En el grupo habían fans de diferentes artistas, a quienes Chanhee escuchaba de vez en cuando, pero no se consideraba fan; Bruno Mars era el único al que admiraba desde pequeño. 

Para su sorpresa, aquellas personas desconocidas resultaron agradables. Sin embargo, una de ellas destacaba sobre las demás. Había llamado su atención desde el primer momento. Sí, Chanhee ya lo conocía desde antes, pero nunca habían hablado. Una cosa llevó a la otra y acabaron hablando de sus artistas favoritos mientras los demás dormían. Ese día descubrieron que tienen gustos musicales similares, y se sorprendieron al ver la cantidad de artistas que tienen en común.

Así fueron pasando los días. Poco a poco, las conversaciones adquirieron mayor profundidad, y las noches en las que todo el grupo se iba a dormir y los dejaba a ambos hablando solos se hicieron más frecuentes. De esta forma, descubrieron que comparten no sólo gustos musicales sino también algunos aspectos de su personalidad e incluso hechos que ocurrieron en el pasado.

Se hicieron amigos rápidamente, casi como por arte de magia. La cercanía resultó cada vez mayor, sorprendiendo a los otros integrantes del grupo. Todos notaron el cambio en Changmin. Luego de conocer a Chanhee, se volvió más radiante y esto hizo feliz a quienes ya lo conocían. Haknyeon incluso le agradeció al mayor por haber llegado a la vida de Changmin y hacerlo feliz.

Ji Changmin solía ser un chico alegre, divertido y cariñoso. Pero entonces sucedió lo peor. Una tragedia que lo marcó para siempre y no estaba dispuesta a dejarlo libre. Changmin comenzó a culparse por lo ocurrido. Se convenció a sí mismo de que fue él quien acabó con la vida de su mejor amigo. Rápidamente, fue atrapado en una burbuja. Una burbuja de pensamientos negativos que él mismo había creado. Se acostumbró a vivir ahí adentro; a veces le faltaba el aire pero ¿qué caso tenía intentar salir si de todas formas iba a morir? Después de todo, morir lenta y dolorosamente era lo mínimo que merecía. Pasó el tiempo y conoció a Haknyeon y los demás, incluyendo a Jaehyun, pero eso no cambió su vida. Él seguía insistiendo en que acabar con su vida sería lo mejor para todos, en que todo lo malo que podía pasarle a alguien era por su culpa y que, aunque no lo hayan notado, estaba vacío por dentro. Ji Changmin, el sol más brillante, que resplandecía en un alegre cielo azul. Un cielo azul que se tornó gris. La tonalidad de grises variaba, pero nunca volvía a ser lo que era. Estaba tan inmerso en sí mismo que nadie podía hacerlo cambiar de opinión, nadie podía hacerlo feliz, nadie podía ayudarlo. Hasta que llegó Chanhee.

Gradualmente, el cariño que Chanhee sentía por Changmin fue creciendo. Quería cuidarlo, ayudarlo y hacerlo feliz. Ya no era simplemente un crush en él. Le gustaba Changmin.

El menor también había comenzado a sentir cosas por Chanhee. Cosas que no recordaba haber sentido antes y que tampoco podía explicar con palabras. Pero los malos pensamientos volvieron a él y decidió alejarse del mayor. Ya había dañado a alguien una vez y no quería volver a hacerlo a menos que se tratara de él mismo. Tenía miedo de herir a Chanhee, así que se despidió de él y tomó distancia.

El mensaje de Changmin y sus últimos tweets preocuparon a Chanhee. No se trataba de un simple "adiós" o un esperanzador "te escribo en unos días, cuando me sienta mejor". Era más bien una despedida definitiva, cargada de culpa y dolor. Chanhee incluso llegó a pensar que el menor no lo quería tanto como decía quererlo. Qué estúpido pensamiento. Estaba más que claro que Changmin lo adoraba, pero el castaño aún estaba cegado por las sombras del pasado.