LIMERENCIA

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↬  I N E F A B L E  ↫

estaba entrando nuevamente a una semana de mierda, por el simple hecho de que todos los días teníamos examen o algún trabajo que probablemente no llegaría a terminar por mi tóxica flojera, aunque hay un lado positivo de todo esto, vería a los profes estresarse al igual que nosotros.

eso es vida.

el autobús en el que me había subido estaba demasiado lleno, pero como si la mala suerte estuviese de mi lado hoy, nadie quería compartir el puesto conmigo, éramos yo y mi mochila con pegatinas anti policiales.

¿será mi cabello?, ¿es porque tengo una cadena con un candado de collar?

tenía pensado colocarle un rojo a mi cabello para que pasara más desapercibido, pero la pereza era lo único que me ha estado acompañando hace un buen tiempo, y la semana pasada ya se había agregado alguien.

—pensé que caminabas desde tu casa— agarró mi mochila y la puso entremedio de sus piernas, para sentarse a un lado mío.

—después me hago mierda mis piernas, no gracias, quiero vivir— le di un beso en su mejilla a modo de saludo. —¿cómo estuvo tu fin de semana?—

puso una mano en su corazón y me miró con una sonrisa de oreja a oreja —¡te preocupaste por mi!, estamos avanzando— luego me sonrió coquetamente, yo sólo reí bajito.

—¿avanzar en qué?— una grave voz logró quebrantar la burbuja que habíamos creado con mateo, desgraciadamente. —¿en el trabajo?, recuerden que somos todos juntos—

—buenos días para ti también, replik— le dijo sarcásticamente mi acompañante, yo me limité a mirar en silencio. —¿sabes que fuiste seleccionado para la fms argentina?—

—si, no creí que serían capaces de aceptarme, soy un pendejo de mierda que apenas se agregó a la comunidad— se sentó detrás de nosotros y empezó a buscar algo en su mochila —pero bueno, ojalá haga un buen papel para mantener feliz a la gente—

—también me aceptaron, somos dos pendejos, enhorabuena— se dió vuelta completamente y me ignoró al segundo.

empezaron a hablar tranquilamente de su no sé qué y para no aburrirme en el trayecto, abrí mi teléfono para ver las publicaciones de instagram. estaba bastante sumergida en los memes y tips vegetarianos hasta que alguien introdujo su mano sin permiso a la pantalla.

—manuel, salí de acá— me hice hacia un lado para que deje de tocar mi pantalla. —¿que intentas hacer?—

—quería saber el nombre de tu usuario, pesada—

—clonnazepan, algo así, ¿feliz?— me hice hacia adelante para que su dedo no alcanza ni a rozar mi teléfono.

—¿te tienes así y no te gusta la hierba?— me tiró la lengua y se puso a reír, yo lo miré raro por su actitud infantil. —sos re amargada— y volvió a su cara de orto.

—sos re inmaduro— contraataqué.

—son re peleadores— mateo me tomó la mano y nos levantamos de nuestros asientos al mismo tiempo —ya llegamos—

afuera del instituto, y a unos pasos de la entrada, se encontraba valentín con una cara de orto que los otros dos pibes que me estaban acompañando, algo que tuviesen en común, después de todo. lo saludé y cuando estábamos a segundos de entrar a la cárcel me agarraron de los brazos, sentí un escalofrío con tal acción.

—¿qué ocurre?— fruncí el ceño.

—¿de casualidad no quisieras saltarte las clases?— la sonrisa macabra de los tres pibes no se les quitaba con nada.