Mr. Kim °|VKook|°

Capítulo DIEZ

Leer antes de continuar, por favor:
*Por favor, no molestarse con el apodo utilizado en este capítulo, recuerden que es una historia ficticia, y para que la trama avance, es necesario incluir este tipo de apodos hacia algunos miembros de BTS, sin la intención de ofender o dañar a alguno de éstos. Siempre trataré de no incluirlos de manera excesiva por respeto.*
Gracias, pueden seguir con la lectura.

Hoy me tocaba turno de noche en el local donde comencé a trabajar luego de notar que, vender cosméticos no me podía sustentar. Era una cafetería pequeña pero decente. El lugar era muy tranquilo y olía bien, mucho más hoy, que desafortunadamente para mi, estaba lloviendo. Digo que olía muy bien porque, el olor al petrícor y el café es una combinación exquisita.

Mientras esperaba a que algún cliente entrara, jugaba con mi celular. Luego de cinco minutos, la campana del local sonó.

Luego se escuchó a alguien llamar por el camarero, el cual soy yo. Tomé los menús y me acerqué a la mesa donde llamaban.

—Bienvenidos a... - Mierda es el señor Kim, que vergüenza luego de lo de ayer. Literal no pude verle la cara al llegar a casa.

—Ejem, lo siento. Bienvenidos a "Coffee Paradise" ¿Qué les puedo servir?

—Yo quiero un café sin mucha azúcar, y una dona de chocolate.— Algo que recordar "al señor Kim le gustan las donas y el café negro".

—¿Y usted... Señor? — se me había olvidado presentar al acompañante de Taehyung, un pelirrojo con cara de caballo.

—Yo quiero un moccacino supreme, una dona de fresa con chispas, y un bollo de dulce de leche

—Ya volveré con sus ordenes— los dos asintieron y yo seguidamente me retiré.

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Mientras que esperaba a que estuviera los cafés, me dediqué a observar a los dos que hace poco habían llegado.

—Ese cara de caballo sonríe mucho.

—¡JungKook! ¡Hola!— una voz totalmente reconocida para mí interrumpió mis pensamientos.

—¡Jefe! No sabía que había llegado a la cafetería— mi jefe media 1.81, las alto que yo y además, más musculos, también tenía el cabello con un tinte amarillo y siempre utilizaba lentes que realmente, le quedan muy bien.

—Ay Jeon, te he dicho que me llames Nam Hyung.

—Lo siento Nam hyung, acostumbro a  llamar a la gente con honoríficos— el palmó mi hombro y dijo: —me quedaría charlando mi querido dongsaeng, pero tengo que ir a supervisar a Seokjin en la cocina.

Sin decir nada más, el entró a la cocina. El café ya estaba y lo tomé para llevarlo a la mesa.
Primero llevé a la mesa las donas, y luego volví para el café. Y justo cuando lo tomé, una idea grandiosa surcó por mí cabeza: "un 'accidente'"

Llegué a la mesa y serví primero el café caliente, luego serví el café helado del cara de caballo, y oops, accidentalmente se me resbaló de las manos.

—¡Hoseok cuidado! — llamó Taehyung. —¡Ay, lo siento! ¡Fue mi error! Disculpe señor— no aguantaba la risa dentro de mi, pero me contuve.

— Ah, no importa. Fue un accidente, iré al baño. Ya vuelvo Tae— el de cabello rojo se largó al baño.

Y justo cuando me giré para volver a mi puesto en el trabajo, una voz me interrumpió.

—Cuando llegues a casa, Jeon, hablaremos de esto.— yo tragué seco, pero no respondí, solo seguí caminando.

Entré a la cocina y por las ventanas circulares de la puerta comencé a observar toda la situación afuera.
Ese tal Hosefeok llegó y Taehyung se levantó para ver si estaba bien.

—Obviamente va a estar bien, estúpido. Es solo café helado— susurré  molesto.

—¡Alguien está celoso!

—¡Ah! ¡Jin Hyung! Me asustaste

—Hace un buen rato que llegaron esos dos geis y tu no les quitas el ojo de encima ¿creíste que no lo notaría?— ¿que tiene él? ¿Un gaydar?

—No sé si Kim Taehyung sea gay. Pero ojalá sí— quedé helado con lo que dije, me abofetee mil veces mentalmente. Acabo de divulgar que me gusta mi maestro, ahora me siento enfermo.

Seokjin mostró una sonrisa cínica —Ah, entonces te gusta ese tal Kim. Y dime ¿es el de cabello rojo o el otro?—

—es el otro. Pero Hyung ¿no cree que esta mal enamorarse tan rápidamente?— él negó —Claro que no JungKook, si te gusta ve por él. Además mi gaydar suena con él, corrección, suena con los dos de la mesa así que, ten cuidado con el pelirrojo.

Yo suspiré y devolví mi mirada a ellos nuevamente. Hoy sería un día largo.