The Purge. [ taekook ]

c i n c o

Pasos apurados, de aquí y allá. Gritos asustados, desgarradores y más lejanos sonaban al los alrededores.

No podía moverme y no sabía que hacer.

Levanté la vista al sentir como alguien se movía a mi lado. Jungkook gateaba cerca mío haciéndome señales con la cabeza, por lo poco que las luces me dejaban ver.
Asentí después de mantenerme un largo rato paralizado y finalmente gateé dándome la vuelta, yendo hacia donde me indicaba.

Mi mano se manchó en algo húmedo, pero no olía a alcohol, era sangre.

— Apúrate si quieres vivir, Taehyung. —habló rápido y gateó adelantándose.

Espera. ¿Él si sabía mi nombre?

Escuché un disparo fuerte y más gritos. Gateé lo más rápido que pude hasta alcanzar a Jungkook quien entraba por una puerta después de empujarla despacio. Seguí sus mismos movimientos hasta entrar a esa habitación. Todo estaba oscuro, pero se oían los balazos lejanos.

— ¿Jungkook? — pregunté hablando en tono bajo.

— Rápido, abajo de la cama.

Escuché su voz y la seguí, chocando con algo duro que al parecer era el catre de la cama que él decía, me incliné y me metí junto a él como pude.

— Carajo. — lo escuché maldecir a unos centímetros míos.— Le advertí a Namjoon todos los jodidos años que esto era mala idea. Pero es un idiota, idiota cabeza dura.

— ¿Quien... crees que pudo haber sido? — pregunté para tratar de desviar el tema.

— Nosé, no conozco a nadie, sinceramente. — habló rápido. Había un tono fastidiado en su voz.

— Me conocías a mí.— hablé recordando que me llamó por mi nombre cuando él y yo jamás habíamos cruzado palabras hasta esta noche.

Él no respondió. Lo cuál me llenó aún más de interrogantes.
¿Acaso tengo algún tipo de fama? Que yo sepa no he hecho nada extravagante en la universidad para que todos conozcan mi nombre.

Estaba a punto de agregar algo cuando la puerta sonó de golpe. Y pasos corriendo se escucharon. Eran dos chicas.

— Rápido, corre.— una voz temblando avanzaba cruzando la habitación chocando con algunas cosas.

— Me duele mucho, me duele mucho.— otra voz, esta estaba rota en llanto.— Escondámonos aquí... por favor...

— ¡Van a venir, avanza! ¡Jisoo! — escuché jadeos de dolor y los pasos de ambas. Después de tantos forcejeos escuché que los pasos se alejaban por una puerta que estaba a unos metros de la cama.

¿Jisoo? ¿Una de las más bonitas de la Universidad? ¿Estamos hablando de esa Jisoo?

— Deberíamos seguirlas...— sugerí.

— Espera.

Jungkook respondió rápido y mejor callé.

Joder Jimin, espero que estés vivo, por el amor de Dios, que estés vivo por favor...
Sentía un nudo en la garganta al recordar cada uno de mis amigos que estaban acá, eran pocos pero rogaba que estén todos con vida ocultos en algún lado, tal vez heridos, pero no muertos.

Las puertas de la habitación sonaron otra vez de manera fuerte. Las luces se prendieron y mis ojos parpadearon acostumbrándose a la luz. Lo primero que vi fue a Jungkook parpadeando del mismo modo y encontrándose con mi mirada de igual modo.