El amor. una palabra con difícil descripción.
Cuando es verdadero no hay tiempo, distancia, edad o circunstancias que acaben con el.
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Si eres Aroha o de otro fandom te doy la bienvenida.
Espero disfruten de esta histori...
Este capitulo es algo largo... así que con calma tómense su tiempo.
MoonBin llegó a las siete menos diez. Había agradecido el haberse bañado y cambiado en el cuartel cuando Jimin, el portero, le había dicho que EunWoo lo estaba esperando arriba. Su último entrenamiento había sido muy duro, su coronel los había preparado para el rescate de 15 personas y habían acordado los movimientos que se llevarían a cabo por lo que había terminado extremadamente cansado y sudado. Había tomado una ducha en el cuartel antes de venir a casa.
Subió el elevador hasta el séptimo piso, la musiquita lo relajó un poco, sus músculos estaban tensos por el trabajo y se sentía un poco estresado, cerró los ojos mientras subía. Mañana tenía que salir temprano hacia el cuartel para reunirse con su brigada. Las puertas se abrieron al igual que sus ojos y caminó por el pasillo. Ya podía imaginarse a EunWoo en la sala, seguramente había pedido comida china para la cena y verían alguna película o platicarían hasta que el menor se quedara dormido y MoonBin tuviera que cargarlo a la cama. No era que se estuviera quejando, le encantaba cargar a EunWoo en sus brazos, él sabía que su cuerpo era musculoso y su gran amor era todo lo contrario por lo que cargarlo era muy fácil.
Sacó la llave de su pantalón de mezclilla y abrió la puerta. El departamento estaba iluminado por algunas velas, las luces estaban bajas por lo que hacían del ambiente misterioso y romántico. El departamento estaba inundado del olor a rica comida y pronto se le hizo agua la boca: olía a cerdo.
“¿Wonnie?” Habló sin obtener respuesta.
Siguió caminando y vió la mesa del comedor arreglada de manera muy romántica. Su amor le había preparado algo y su corazón dio un salto de alegría.
“Buenas noches, general” la voz ronca y suave al mismo tiempo salió del marco de su habitación, inmediatamente volteó a verlo y el mundo se paró.
Ahí estaba EunWoo, vestido tan dulce en un atuendo negro. Aún podía visualizar las mejillas rojas y sabía que, aunque estuviera tratando de aparentar confianza, estaba muerto de miedo por dentro.
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“Wonnie… Te ves hermoso” se acercó a él y lo tomó de una mano para darle una vuelta y admirar el cuerpo completo.
“Gracias, lo compré hace unas semanas y creo que es el mejor momento para usarlo” sonrió.
“Pues va perfecto, te queda de maravilla” se acercó a darle un tierno beso en la mejilla pero EunWoo volteó la cara y se encontró besando los labios sabor a mora. Pronto el beso se hizo más profundo, colocó sus manos en la cintura del pequeño y sintió los brazos de EunWoo alrededor de su cuello. Trató de controlarse en medio del beso, no quería arruinar la cena que tenía preparada con sus pensamientos pervertidos, ya era demasiado para que sus labios supieran tan rico.
“¿Así que preparaste algo?” Se separó del menor y este hizo un pequeño puchero.
“Am.. sí, siéntate. Hoy te sirvo a ti” le guiñó un ojo y se fue caminando a la cocina.