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...

Odiaba el pasar del tiempo, corriendo despiadado, insolente y casi promiscuo.

El tiempo no pintaba como buen señor y regresar a aquellos días de buena vida no era opción aunque su corazón lo deseara con fervor. Recordaba el fresco aroma a tierra húmeda, la brisa danzante moviendo su platinado cabello en juego de libertad, las risas, los sueños por cumplir, sí todo en la vida fuese fácil, sí sólo hubiera mantenido las apariencias un poco más.


Calaba tan fuerte en su corazón.

Pero no, no era momento de compadecerse, las cosas no habían salido de acuerdo al plan, no era algo que ella no hubiese previsto antes, ya estaba acostumbrada a luchar con el ingenio tan jodido que se cargaba el universo. La tinta en el pergamino brilló en un parpadeo tornando su color en dorado, el nombre de Narcissa Black al final de este era lo que llamaba más la atención.

La risa de un niño la hizo sobresasaltarse, mirando al pequeño Draco que seguía profundamente dormido con su suave respiración acompasada, algo nerviosa tomó al pequeño en brazos en su diestra, y con su mano libre empuñó su varita apuntando a la puerta del dormitorio.

— ¡Cissy! ¡Soy yo Severus!, ¡¿estás ahí?!

— ¡¿A quién juras lealtad?! — gritó.

— ¡A la familia Black!

Era él.

En un movimiento de varita desarmó el hechizo protector contra la puerta encontrándose a su mejor amigo, no,  hermano con una expresión de alivio, y lágrimas apunto de correr de sus ojos, Severus corrió hasta ella abrazándola y tembloroso revisaba que se encontrarán bien ambos.

— ¿Qué haces aquí? — se dirigió a Sirius con la voz rasposa, hasta ese momento se percató de la presencia de su primo y del bebé que llevaba en brazos. — Oh... por Merlín.

Severus le miró suplicante conociéndola ya de antemano,  lo mejor sería que no armara un escándalo en ese momento, que dejara las cosas pasar, cosa que no iba hacer.

— ¿Ese viejo mal nacido le hizo algo no?

— Según yo, el ya estaría aquí.

— ¿Me estoy perdiendo de algo? — La ceja alzada en confusión de Sirius les recordó que el pobre necesitaba respuestas, lastimosamente no era lo que iba a obtener de ellos en ese momento.

Narcissa negó, tomó un bolso que había preparado después de que el pequeño Draco cayera dormido,  terminó de guardar algunas cosas que le hacían falta y salió rápido a la entrada de la mansión, fue seguida de inmediato por Severus.

Black también bajó con Harry jugando con las hebras de su cabello y balbuceando sin sentido alguno, con sus lindos ojitos expectantes.

Sirius actuaba fuera de sí, y no se lo reprimía mucho, sabía que su equipo llevaría bien el caso de los Potter, no estaba seguro sí habían posibilidades que James y Lily vivieran, de hecho, no las habían, y aunque ya hubiera aceptado casi ese factor, algo dentro de el seguía queriendo tener una esperanza.

Pero debía despertar, primeramente porque Harry necesitaba protección, y justo ahora las cosas se tornaban súper extrañas, sobretodo por la forma de actuar de Snape.

— ¡Sirius! —

Joder que día de mierda.



Este capítulo fue corto, primeramente porque el próximo inicia el verdadero drama, y va estar algo cargado (bastante).

Al inicio no estaba seguro de seguir, debido a lo que ha pasado con J. K. Rowling, pero he tomado la decisión de hacerlo.

Pero aclaro, no comparto los ideales de J. K. Rowling como persona, pero su trabajo sigue siendo algo que admiro, como escritor, simplemente amo Harry Potter y su mundo.

Eso es todo, gracias por el apoyo que ha recibido hasta el momento, a pesar que no soy para nada constante. ♡

Gracias por leer, cualquier error ortográfico se perdona con un sopetón.


Gray Mint ; ( harco ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora