. . .
Tom jamás se olvidaría de esa navidad.
Los rastros del incidente habían desaparecido, a excepción de la canasta que le habían entregado como muestra de disculpas, al ser de un tamaño proporcional podía guardarla en su baúl sin necesidad de conjurar algún encantamiento.
El pelinegro se encontraba frente a la chimenea de su sala común con sus orbes marrones perdidos en la danza
de las llamas, añorando ese sentimiento que es cálido como las brasas, añorado como la lluvia en verano, e inexistente desde que no recuerda esa voz.Algo aburrido y melancólico decidió dirigirse a la biblioteca y terminar su informe del libro para el profesor Slughorn.
La biblioteca estaba desolada, la mayoría de alumnos disfrutaban de la compañía de sus familiares, a Tom no se le apetecía volver al orfanato para esas fechas, o nunca.
Decidió sentarse en un escritorio cercano a la ventana y poder trabajar mientras la blanca nieve le saludaba en susurros, el sonido de su pluma contra el papel era a míseras audible pero lo suficiente para mantenerlo absorto, algo cansado se sobo la nuca volviendo su mirada contra la ventana, encontrando una lechuza que conocía a perfección, la lechuza le vió fijamente para regresar su vuelo a otra dirección, sabiendo que el slytherin ya sabría a donde dirigirse.
¿Odiar a Albus Dumbledore?, odiar sonaba afectuoso, y Tom lo menos que quería era tener sentimientos por una persona como Dumbledore, el viejo creía que podía engañar a todos con sus ojos azules llenos de empatía, Tom era un slytherin, uno el doble de astuto y reconocía la falsedad detrás de su sonrisa. Verlo de frente sólo le entraban ganas de romperle la nariz a mano limpia.
— Así que... ¿en qué me permite ayudarle profesor?
— No te pongas tan a la defensiva Tom, mira estamos en fechas festivas, por favor siéntate. — Dumbledore señaló la silla frente a él.
— No me malentienda profesor, sólo estoy un poco cansado, estuve estudiando hasta tarde, perdone si le dí una impresión inadecuada, quiero volver lo más pronto a mi habitación y descansar un poco antes de la cena.
— Ya veo, por lo tanto seré directo entonces, agradezco tu diligencia en las tareas que te impuse este año, me doy cuenta que eres un excelente alumno y una persona bastante sabia, sé que esta tarea será un tanto complicada, pero es necesaria para que demuestres tu lealtad...
— Lamento decirle esto, pero no entiendo profesor.
— Necesito que limpies el camino, no habrá otra manera de llegar al éxito si no es así, Tom.
— ¿Tu nombre es Severus no?
— ¿Qué necesitas Riddle?
Se esperaba una respuesta así de Snape, y es que seguirlo hasta el comedor no fue un método muy slytherin, y ahora estaba sentado frente al joven con sus ojos oscuros inundados de suspicacia atentos a cualquier error que demostrara sus intenciones.
— Nada, simplemente encontré bien la idea de compartir la cena con un compañero, ¿te molesta?
— No realmente, sí de verdad fuera tu intención.
— ¿Qué otra intención tendría?
— Estudio pociones tanto como tú, no soy prodigio, quizá estudio el doble, igual fácilmente puedo distinguir que apestas a judías soporíferas, ¿no se usaban para el filtro de muertos en vida?
— Estuve organizando ingredientes.
— No necesito excusas, lo sé todo Riddle, no tienes que fingir conmigo.
— Vaya cosas raras dices Severus — el aire empezaba a sentirse pesado en sus pulmones, no se desmoronaría frente a Severus Snape, menos en la mesa de slytherin, lo haría cuando estuviera en la soledad de su habitación, cuando se le permitía ser un chico de 14, un niño que sólo quería sentir el cálido abrazo de su madre una última vez, uno que tenía miedo de hacer cosas horribles, un niño que no quería ser el títere de Albus Dumbledore, el no quería dañar a Severus.
Su plan era darle el filtro de los muertos en vida y luego beberlo también, hacerle creer a Albus que le había atacado tanto para aturdirle, y luego intentar convencer a su profesor que en lugar de matar a Severus Snape elegirlo como nuevo aliado era mil veces mejor, un plan muy estúpido ahora que lo pensaba nuevamente.
Miró de nuevo a Snape, esperando ver odio en su alicaída mirada nocturna.
— Lo siento tanto Tom, te he dejado solo más de lo debido — Severus le abrazó como nadie había hecho antes, su tacto era extrañamente tan familiar y sin entender la razón lloró en su hombro.
Hola a todxs, espero estén bien y se estén cuidando, quizá tengan muchas dudas, pero prometo que todo tiene un motivo, va de a poquito.
Algo que quería alcarar también sobre la historia son tres cosas, en esta historia los merodeadores no son tan hijos de perra con Sev, Lily es mejor amiga que en la trama original, y Snape nunca la amó romanticamente.
También estaré subiendo más historias, probablemente sean historias con tramas menos complicadas, drabbles tal vez, aún no lo tengo definido.
Los comentarios y votos son más que bienvenidos, muchas gracias.
Att: benni
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Gray Mint ; ( harco )
FanfictionTom Riddle no es el mago oscuro que todos creen, Albus Dumbledore no es ningún ángel protector, Sirius Black tendría que descubrir que su familia era más repugnante de lo que pensaba, Harry Potter sólo fue un cebo, Draco Malfoy podría ser el centro...