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O4: Primer beso

¿Era normal tener poco más de un mes con tu pareja, y no haberse dado aún su primer beso? Era una incógnita que atormentaba a Todoroki desde hace unos días, puesto que quería hacerlo.

Cada vez que se daba la ocasión, el rubio lo evitaba. Todas las veces que estuvieron a punto de besarse, Bakugō saltaba con algo deteniendo absolutamente lo que iban a hacer.

¿Quizás era su culpa? A lo mejor Katsuki no quería besar a alguien tan feo como él, quizás era su cicatriz que le daba asco al ojirubí. Bajó la vista al suelo algo deprimido, maldiciendo por no haber nacido más bonito.

— ¿Qué te ocurre, helado de fresa? —Preguntó Bakugō a su lado, quitándose la parte superior del uniforme. Ambos acababan de tener una clase de entrenamiento y fueron los últimos en terminar, por ende, eran los únicos que quedaban en los vestidores— Quita esa cara larga, te hace ver más feo de lo que ya eres.

Ese comentario bajó aún más los ánimos del bicolor que de por sí ya estaba deprimido por su falta de belleza y el rubio se lo venía a confirmar. A lo mejor se debía suicidar y le hacía un favor al mundo, un feo menos a nadie le va a importar.

— Ya en serio, ¿Qué te ocurre? ¿Peleaste con tu viejo otra vez?

— Katsuki, ¿Soy feo? —Preguntó haciendo un puchero y viendo a los ojos del contrario.

Ese comentario confundió a Bakugō, que frunció el ceño con leve molestia. — ¿Ah? ¿Por qué preguntas eso?

— Es sólo que cada vez que quiero besarte tú no quieres... —Murmuró.

— Y llegaste a la conclusión de que es porque eres feo, vaya genio —Rodó los ojos—. Si me fijara en cosas estúpidas y superficiales como esa ni siquiera saldría contigo, Shōto. Además, ¡Eres el puto hombre más guapo del instituto! Así que ya deja de decir idioteces, que no eres feo —Finalizó desviando la mirada avergonzado. Todoroki sonrió al escuchar esas palabras, más aún al ver el leve tono rosa que adornaban las mejillas del rubio. Se acercó a él.

— Entonces, ¿Por qué me evitas cada vez que quiero besarte? —Le susurró relamiéndose los labios. Movimiento que no pasó desapercibido por el menor que maldijo por lo bajo. Todoroki Shōto podía ser un maldito provocador si se lo proponía.

— E-Es sólo que... —Soltó un bufido al notar un leve titubeo en su voz— Jamás he besado antes —Murmuró caminando hacia atrás inconsciente, chocando con uno de los casilleros. Todoroki se acercó más a él, casi acorralándolo.

— Yo tampoco he besado a nadie antes, Bakugō... Pero para todo hay una primera vez —Sus caras estaban tan cerca que se podían sentir las respiraciones de ambos chocar contra sus rostros, cabe destacar que ambos estaban semidesnudos, sin nada más que la ropa interior para tapar su desnudez. Entonces Bakugō no pudo más.

— Si me vas a besar hazlo rápido, maldita sea —El medio albino suspiró y sin esperar otra amenaza unió sus labios en un corto beso, algo inexperto, pero que aún así les gusto a ambos.

Se separaron y Todoroki esbozó una sonrisa sin despegar sus ojos de Bakugō.

— ¿Q-Qué tanto sonríes, bastardo? —Preguntó bajito, un poco atontado por el beso.

— Soy el primer beso de Katsuki —Cerró los ojos abrazándose al cuerpo del más bajo, que se removió tratando de soltarse.

— ¡¿AH?! ¡PERO ESO NO SIGNIFICA QUE PODRÁS BESARME CUANDO QUIERAS! ¿ME OÍSTE? SÓLO CUANDO- mhpm —Fue acallado por un beso del bicolor que ya no podía aguantar, los labios de Katsuki eran la gloria.

— Calladito te ves más bonito.

— ¿QUÉ? ¡AHORA SÍ BASTARDO, VAS A- MHPM!

Y así fue como perdieron el tiempo en los vestidores, sólo besándose el uno al otro y olvidando totalmente que aún les faltaban clases a las que asistir.

Se llevarían un gran regaño de Aizawa-sensei, sin duda.