O5: Primera cita

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De acuerdo, Todoroki se dio cuenta de algo un poco tarde... Quizás, muy tarde.

Fue en una tarde, tomando té junto a su amiga pelinegra, cuando se dio cuenta de éste pequeño acontecimiento.

— Y él me llevó a cenar a un restaurante, se disculpó diciendo que no era lo mejor, pero para mí fue muy lindo ese detalle, ¿Sabes? —Contó Yaoyorozu, dando un sorbo a su taza de té— Realmente no me importa si es algo muy grande o no, pude notar que vino de su corazón y es suficiente... —Rió un poco— Y las flores que me regaló son muy lindas. Decidí darle una oportunidad.

Todoroki tomó de su té mirando a su amiga sintiéndose feliz por ella. Que encontrara el amor en un chico de la clase B al principio le sorprendió, pero se alegraba de ver a su amiga tan feliz, así que él también estaba feliz.

Alejó la taza de sus labios y observó el piso pensativo, había algo de esa conversación con la pelinegra que lo estaba molestando un poquito...

Se levantó de golpe sobresaltando a la contraria por la repentina acción del bicolor, pero rápidamente cambió su rostro de uno asustado a uno preocupado al ver el semblante de éste.

— ¿Ocurre algo malo, Todoroki-san? —Le preguntó dejando su taza a un lado.

— Yaoyorozu... ¿Es importante tener una cita con la persona que te gusta antes de convertirse en pareja? —Preguntó dejando a la pelinegra confundida por su pregunta.

— Uh, bueno... Si quieres conocer mejor a esa persona y avanzar lento en la relación, entonces creo que sí es un paso importante... —Respondió— ¿Por qué lo preguntas?

— Yo... Nunca tuve una cita con Katsuki. —Murmuró.

— ¿Con Bakugō-san? ¿Nunca han tenido una cita?

— No.

— ¿Realmente nunca han salido juntos antes? —El bicolor negó— Oh vaya, creo que es algo inusual ya que las parejas normalmente tienen citas antes de salir oficialmente, pero si a ustedes les funcionó sin haber ido a una, entonces creo que está bien.

— Pero yo quiero tener una cita con Katsuki... Pero ya somos novios... —El semblante de Todoroki cambió de uno pensativo a uno deprimido en cuestión de segundos, alarmando a Yaoyorozu que no lo quería ver triste por algo como eso.

— ¡A-Aún pueden tener una cita, Todoroki-san! ¡Eso no es ningún problema! —Los ojos de Todoroki brillaron y se sentó, ya que estuvo todo el rato de pie.

— ¿Y qué debo hacer?

— Bueno...

(...)

Se detuvo frente a la puerta y, sin pensarlo mucho, la tocó.

— ¿Quién coño es? —Preguntó Bakugō abriendo la puerta con su semblante de siempre— Ah, mi bastardo favorito —Entró de nuevo a su habitación dejando la puerta abierta, dándole a entender al bicolor que podía pasar, cosa que no dudó en hacer.

— Katsuki, tengamos una cita. —Dijo sin rodeos y sin demostrar expresión alguna en su rostro.

— ¿Ah? ¿Y para qué quiero yo ir a una cita?

— Porque somos novios, y los novios tienen citas, Katsuki. —Se sentó al borde de la cama, ya que el rubio se encontraba acostado en esta, con su cabeza reposada sobre sus brazos.

— ¿Desde cuándo te importa lo que las demás parejas hacen? No, ¿Desde cuándo me importa a mí eso? —Renegó cerrando sus ojos y formando una mueca de molestia en su rostro.

Todoroki lo observó unos minutos sin decir palabra alguna, logrando desesperar a Bakugō por el silencio abrumador que se formó en el aire. Cuando iba a decir algo, el contrario finalmente habló.

— Hay una cafetería cerca de aquí, Yaoyorozu dice que es agradable y no es tan popular, pero es un buen lugar. Si no quieres ir a un lugar lleno de personas podríamos ir allí. —Sugirió en voz baja, mirando al rededor, la habitación del rubio.

— ... Tch, está bien. Iré sólo para que dejes de joder. ¡Pero todo lo pagarás tú! —El medio albino sonrió al escuchar esa respuesta.

De acuerdo. Como Katsuki ordene.

(...)

— No puedo creer que acepté venir —Murmuró el rubio con disgusto, observando al bicolor devorar unas galletas con forma de animales.

— ¡Están deliciosas, prueba una, Kat! —Exclamó extendiéndole una galleta con forma de zorro.

— No, aleja eso de mí. —Todoroki se encogió de hombros antes de devorar la galleta que anteriormente le estaba ofreciendo a él.

Cuando entraron en la cafetería le pareció un lugar agradable y acogedor, tranquilo. Le pareció buena idea un principio el haber ido ahí, el café era delicioso y no había tanta gente al rededor que los molestaran, claro que no admitiría eso frente al medio albino, o frente a alguien más.

Sin embargo, en una mesa cerca de ellos había un niño comiendo unas jodidas galletas con formas de animales al azar, al parecer uno de los dulces ofrecidos en el menú. Y Todoroki Shōto, al ver esto su rostro pareció iluminarse.

— ¡Quiero una de esas! —Fue lo que pronunció antes de levantarse, dejar su café con leche a un lado, e ir a ordenar esas condenadas galletas.

Ese día, Bakugō Katsuki había aprendido dos cosas.

Uno, Todoroki Shōto era realmente fanático de las cosas dulces. Parecía un niño emocionado cada vez que veía o comía uno de ellos.

Dos, jamás saldría a otra cita de nuevo.

— Oh, Katsuki mira, hay una con forma de dinosaurio —Exclamó con una sonrisa antes de tomar esa galleta y jugar a que tenía una pelea con otra en forma de león.

—... Alguien sáqueme de este lugar.





(...)

Hey (??

Bueno, bueno. Aquí tengo un nuevo capítulo B) y la verdad es que me gustó mucho jsjs no sé.

Tengo este capítulo desde hace unos días pero decidí publicarlo hoy porque, bueno, hoy cumple mi mejor amiga.

Sí, es contigo. Sé que estás leyendo esto. Feliz cumpleaños maldita.

Espero que les guste

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