Se cree que rodeado de personas
no se siente soledad,
pero en realidad
rodeados de personas entendemos
que estamos solos,
porque nadie entiende
y menos a Lola
que es muy callada.
La peor soledad que se puede sentir
es la de estar en el centro
de ojos que no quieren ver
y oídos que no quieren escuchar,
por eso Lola se levanta de aquella mesa
donde solo hay estelas de vacío
y pedazos de sueños rotos,
y se dirige a la nada
para envolverse en ella
y sentir su agrio y mediocre aroma,
mientras cuenta estrellas fugaces que nunca vio,
y lunas que no existen, ni existirán,
soñando que algún día
su lluvia se detenga
y las flores no se marchiten,
y que haya estrellas en sus ojos
y en su vida.
Pero solo son sueños Lola.
Solo eso.
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Cuando las flores se marchitan
PoetrySonreía ante todos Lloraba ante nadie. Así era la vida de Lola, si es que a eso se le puede llamar vida. Obra registrada en Safe Creative Código de registro: 1412162786101