"No te quiero", pronunciaron sus labios mientras mis ojos se tornaban vidriosos y frágiles. Su voz, tan tenue como solía serlo, ahora no reflejaba más que desamor. Su mirada, triste y apagada, no reflejaba más que decepción. Y era por mí, por mi culpa.
Jamás sentí que podría hacer daño, romper un corazón o hacer llorar a alguien, y sin embargo lo había hecho y de solo pensarlo me marchitaba. Por primera vez era yo quien marchitaba a alguien, y no sabía cómo hacer para que volviera a florecer. Por primera vez estaba del lado de la frustración que conlleva fallar.
"Su voz dijo: no te quiero, la mía: no sé querer".
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Rayito de Luz
Poetry¿Jamás te sentiste como las flores? Unas veces marchita, otras reluciente y llena de vida. Quizás todos tenemos algo de semejanza con ellas. A todos nos toca crecer y vernos en plena tormenta. A todos nos toca encontrar la luz.