Siempre fui una flor de pocos amigos, aprendí a contar con las hojas de mi tallo a quien realmente estaba para mí. Tengo la suerte de ver constantemente a otras flores crecer a mi lado, verlas florecer y ser mejores que antes. Así mismo me ha tocado ver a flores marchitas que estaban a mi lado, que hacían daño y opacaban la luz que recibía.
Cuando una flor te mira, pero no te ve, sabes que está marchita.
Cuando una flor se va, sin motivo alguno, sabes que está marchita.
Y cuando una flor habla mal de ti al resto del jardín, incluso cuando creías mostrar lo mejor de ti... la palabra "marchita" se queda corta.
"Y entonces nada te hace crecer, y la oscuridad de la tormenta vuelve, aún en días soleados".
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Rayito de Luz
Poesía¿Jamás te sentiste como las flores? Unas veces marchita, otras reluciente y llena de vida. Quizás todos tenemos algo de semejanza con ellas. A todos nos toca crecer y vernos en plena tormenta. A todos nos toca encontrar la luz.