Mi vida es una historia que sigue escribiéndose de a poco. Se escribe con sonrisas, con lágrimas, con errores y aciertos. Se escribe con la pluma de quien no aprende a vivir del todo, pero ansía sentirse pleno.
Y hasta hoy, lo de sentirme pleno no lo entendía. No hasta hoy, que conocí al Laurel.
Aquella flor que entró en mi vida sin querer, y se quedó en el jardín sin previo aviso, me hizo entender con esa plenitud tan buscada, lo bueno de ser yo mismo, de alcanzar metas y no rendirse, de ver lo bueno en lo malo.
Como un girasol, me hace buscar la luz, y la encuentro en sus pétalos.
Como una rosa, me enseña a querer, y aprendo al ver con calma y cuidado sus espinas.
Como una flor de loto, me da suerte, y la encuentro a su lado.
Como un Laurel, me hace fuerte, y aleja de mi los rayos y nubes negras.
Y hoy, con esa luz, con ese amor, con esa suerte y fortaleza, empuño la pluma de quien no sabe vivir del todo, para hablarle al Laurel, y decirle:
"Vi una flor bien regada
Quise cuidarla bien
Quería a la rosa, ella a mi nada
Aunque creí que lo hacía también
Morí esperando que me regara para florecer
Y nunca me regó, me marchité.
Conocí un girasol que lloraba
Quise llorar con él
Al final lloré solo, el nada
Aunque creí que lloró también
Morí esperando que el llanto cesara
para sonreír después
y no dejé de llorar
me marchité, otra vez.
Oculté mis pétalos, me escondí en la sombra
Porque ninguna flor me hacía bien
Me encerré, esperando una luz que jamás se nombra
Al final no la esperé tanto
Soy yo, y ya me encontré.
Salí de la sombra, en medio de la lluvia fuerte
La existencia me dolía, hasta que conocí a un Laurel
Que no era una flor, al menos no una común y corriente
pero que sin serlo me hizo sentir amor.
Amor, a flor de piel".
YOU ARE READING
Rayito de Luz
Puisi¿Jamás te sentiste como las flores? Unas veces marchita, otras reluciente y llena de vida. Quizás todos tenemos algo de semejanza con ellas. A todos nos toca crecer y vernos en plena tormenta. A todos nos toca encontrar la luz.