Era una noche muy oscura, donde casi ningun alma rondaba las calles de este siniestro pueblo, en este se encontraba un edificio el cual solo personas con malas intenciones entraban, en aquel edificio se estaba haciendo una subasta de esclavos, habian 7 personas de rodillas sobre una tarima de madera un poco desgastada, 3 de ellos eran mujeres, una adulta que rondaba los 25 años la cual estaba llorando mientras veia al piso en donde estaba y con varios moretones en los brazos y dos niñas gemelas las cuales temblaban de miedo por no sabes que sería de ellas y tambien 4 hombres, dos de ellos eran musculosos uno rubio y otro castaño con varias cortadas que se dejaban ver en sus brazos y piernas otro era un hombre delgado como si no hubiera comido en dias, era un poco calvo y temblaba de miedo, y por ultimo estaba un niño de 10 años de edad que tiene unos hernosos ojos color marron y rojos de aver estado llorando y tenia la vista perdida en el piso la cual estaba ya sin brillo sin hacer ningun ruido , el tenia el cabello rizado de color rosado, algo muy raro de ver era muy delgado por la falta de alimenos y tenia unas pocas cortadas en los brazos y en las piernas las cuales ya habian cerrado y solo le quedaban pequeñas cicatrices, todos ellos que estaban de rodillas solo llevaban puesto unos harapos sucios y muy desgastados y tenian sus manos en sus espaldas con unas cadenas que los mantenia sin poder escapar.
En aquel edificio tambien se encontraban muchas personas la mayoria de aquellos eran personas con grandes cantidades de dinero, con ropa lujosa y joyería muy costosa sobre ellos, ellos miraban impacientes la tarima en espera de que llegue el vendedor, despues de unos minutod un hombre con una gran sonrisa se hizo presente arriba de la tarima, el hombre se presento a si mismo y dio por iniciada la subasta, hizo una seña a uno de sus ayudantes y el mismo fue atras de las dos pequeñas gemelas haciendo que se paren y den unos pasos al frente de la tarima.
—Como pueden ver tenemos aqui a dos gemelas.— Dijo este sonriente
—Ellas tienen 12 años de edad, y ppr que todavia tienen su castidad empezaremos con una suma de 15 monedas de oro.— dijo este con un tono suficiente para que se escuche en todos los rincones del edificioMuchos levantaron sus manos y dieron precios unos mas elevados que el otro hasta llegar a un hombre con calvicie que vestia con un traje lujoso y tenia a su lado a otras dos esclavas de la misma edad que las que estaban en subasta.
—Entonces seran vendidas a la suma de 50 monedas de oro— afirmo despues de hacerle una seña a el ayudante para pasarlas atras de la tarima donde se haria el intercambio.
Y asi continuo con los demas la mujer que fue vendida en 70 monedas de oro y los hombres que fueron vendidos juntos en 25 monedas de oro, luego procedio a vender al hombre delgado, pero nadie dio una oferta por el, haciendo que lo mandaran atras tambien, por ultimo estaba nuestro protagonista el cual obligaron a pararse con rudeza y a dio unos pasos un pcoo torpez al frente viendo a todos los que se encontraban ahi.—Como pueden ver, tenemos un niño de 10 años de edad.— dijo sonriente—Con un muy unico cabello de color rosado.— dijo este en tono mas alto para dar animar mas a la audiencia.
—Empezaremos con una suna inicial de 20 monedas de oro—Dijo este para finalizarVarios de los presentes, mas que nada mujeres levantaron la subasta, hasta que llego una mujer alta con una sonrisa amplia, la cual sorprendido a muchos por la gran suma de dinero
—Y-y es vendido a aquella mujer por una suma de 150 monedas de oro—Dijo este sin poder evitar tartamudear por la sorpresa.
Aquel niño la vio por unos mementos y luego fue llevado con un poco de brusquedad hacia atras de la tarima.
Despues de unos minutos vio llegar a aquella mujer alta con un color de piel bronceado y su cabellera blanca que lo miraba a el directamente con sus ojos amarillos, en eso llego el subastador el cual miro a la mujer con una sonrisa amplia y procediero a llenar papeles sobre el, despues de unos minutos y de haber pagado, la mujer llevo al pequeño niño a su carruaje acompañada de un mayordomo que tenia una gran cicatriz en su cara y unos ojos color marron oscuro, este ayudo a subir a aquel niño al carruaje y despues a su ama, para despues cerrar la muerta y ir adelante, el niño y la alta mujer estaban sentados uno frente al otro, ests veia fijamente al niño mientras este desviaba la mirada y temblaba un poco por no saber cuales ersn las intenciones de aquella mujer, esta despues de unos minutos procedio a hablar.
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~Heridas incurables~
RomanceUna asesina que pasa su vida en soledad, se encuentra con algo que cambiara su vida para siempre, ella que jamas se intereso por la vida de alguien mas, y el que la vida lo a tratado injustamente desde que es un niño. Esta sera una historia de amor...