~Heridas incurables~

Traumas, Temores, Alucinaciones, Pesadillas.... Las Secuelas de una Tortura

La Luna se posaba arriba de Steven demostrando que era mitad de la noche, Todo estaba en silencio a excepción de el sonido de una fogata, de la madera ardiendo y crujiendo, Steven se despertó poco a poco, estando desorientado por sentir el piso en el que se encontraba diferente, no solo eso, estaba acostado sobre pieles de animales todas cocidas entre si con un hilo muy grueso, y también tenía pieles encima tapándole, Este entrecerró los ojos un poco y se estiro para poder despertar, había dormido muy bien después de un tiempo, este comenzó a tallarse el ojo y vio su torso, que estaba sin nada más que un vendaje que lo cubría casi en su totalidad, este tocó un poco la tela pensante, tenia muchas preguntas en mente pero repentinamente le llegaron recuerdos de lo qué pasó, como Blear fue asesinada a sangre fría frente a sus ojos, este empezó a temblar y a sollozar, y se tapó la boca por las náuseas, no podía creer lo que había pasado, a aquella mujer que fue tan buena con el, "Es mi culpa, Todo es mi culpa, si tan solo no le hubiera hablado ella seguiría viva" pensaba aquello mientras sollozaba y se agarraba el cabello y gruesas lágrimas salian de sus ojos, esto no duró mucho ya que esté se asustó debido a que escuchó el repentino crujir de la madera a unos 5 metros de él , este se volteó rápidamente cubriéndose con la tela que tenía cubriéndole mientras dormía, y la vio a ella, oh bueno, lo que podía ver de ella ya que llevaba una capucha que le cubría gran parte del rostro, ella llevaba un rato ya observando lo que hacía el rizado, este entre su temor no pudo evitar tartamudear al hablar

—¿Quien eres tú?, ¿Donde estoy?, ¿Que quieres de mi? —Dijo esto de manera apresurada y tartamudeando y temblando por desconocer su situación

Lapis se quedó pensando unos segundos mientras miraba al rizado y luego movió su vista al fuego,
—Tranquilo, No te haré nada— dijo esta mientras movía los pequeños troncos con una rama y se cruzaba de piernas,
—Mi nombre... Es lapis y solo te debes preocupar de que estamos lejos de aquella mansión, sobre lo que quiero de ti.... — lapis se quedó un momento mirando al piso y luego regresó la mirada a Steven
—Aún no lo sé, pero te aseguro que no quiero hacerte daño— dijo esta con un tono sereno

Steven se quedó mirándola un poco y luego miro su torso y las pieles, también que a donde fuera qué mirase no se encontraba esa mansión en su vista,
—Gracias por sacarme de aquel lugar... y también por los vendajes — Dijo esté todavía un poco desconfiado y se sentó más notando que a un lado de él había ropa
—Eso es para ti, póntelo —Dijo lapis volviendo su vista al fuego, Steven aún dudoso miro la ropa, hace mucho que no vestía algo tan... normal por así decirlo, miro a lapis y esta también volteó a él haciendo que se voltee por reflejo

—Gracias por la ropa — Dijo Steven agarrándola y poniéndosela encima intentando evitar la mirada de Lapis pero repentinamente de su estómago salió un gruñido y Steven se mordió el labio por la vergüenza mientras miraba el piso

Lapis solo lo miro y sin decir nada se paro y camino un poco dentro del bosque que estaba a un costado,
—No te muevas— Dijo esta serena y firme y después se fue, Steven le pregunto a donde se dirigía, pero esta solo siguió caminando, Steven se sintió un poco avergonzado por que no tenía forma de agradecer todo lo que ella a echo por el, pero tampoco significaba que confiara en ella, él ya había tenido muy malas experiencias en el pasado por apariencias que engañan y actos traicioneros, este se quedo pensando un poco pero una brisa le llegó por la espalda haciendo que tenga un escalofrio y poco a poco se fue acercando al fuego, para mantenerse caliente, Steven no pudo evitar mirar alrededor entre las cosas que Lapis tenia había una cantimplora que estaba al lado de la fogata, un arco y flechas recargados en un árbol una bolsa que probablemente contenía más pieles y ropa de ella, pero Steven no pudo ver mucho ya que se escuchó como venía lapis y Steven en acto reflejo se alejó un poco de la fogata posicionándose al lado contrario de donde estaba Lapis, Esta solo se sentó mientras le miraba poniendo nervioso a Steven, pero no dijo nada, solo se sacó unos cuerpos de conejo muertos por lo que parecía ser algún tipo de corte en diagonal en el cuello, esta con concentración empezó a desollarlo y a preparar la carne de los conejos, sorprendiendo un poco a Steven que aunque estaba temeroso no podía quitarle la mirada de encima, Lapis empezó a calentar la carne y miro a Steven Haciendo que esté de un pequeño salto sin moverse de su lugar, y después de pensar un poco se quitó la capucha y lo miro

Steven no podía apartar su mirada de ella que aunque estaba un poco desarreglada y despeinada era muy hermosa quedó maravillado por su piel y mas aún por el color de su pelo y sus ojos, no se dio cuenta que se había quedado mirándola hasta que esta hablo, —Yo te dije mi nombre, ¿Cual es el tuyo? Dijo mientras le miraba directamente a los ojos
Steven se dio cuenta por ello que se le había quedado mirando y se quedó un poco avergonzado mientras se le subía la sangre a la cabeza
—Perdón.. Soy Steven — dijo este mientras evitaba la mirada de ella y jugueteaba con sus dedos

Lapis no pudo evitar que le parezca tierno aquel gesto del rizado y volvió su mirada a lo que hacía sin dejar de hablar con él — No te preocupes, sé que es raro ver a alguien con el pelo azul —dijo mientras miraba la fogata —Aunque bueno, es mas raro alguien con el cabello rosa — Dijo esta irónicamente mientras le voltea a ver con una sonrisa
—Mmm ¿Encerio? — Dijo este agarrando su cabellera rizada entre sus dedos, Steven aunque jamás había visto alguien con la cabellera Rosada no sabía que era algo muy raro, o al menos no lo recordaba ya que la mayor parte de su tiempo la pasó encerrado en aquella habitación —Yo no creo que tu cabello sea extraño, me parece muy hermoso—Termino de decir algo apenado mientras se rascaba la mejilla con un dedo y volteaba a un lado

Lapis no pudo evitar sorprenderse ante esto, era la primera vez que alguien le decía algo así, ya que en realidad era algo tan raro que en muchas partes lo consideraban como a personas que traen la calamidad o personas que traen el mal augurio y normalmente no los quieren en ningún lado, Lapis tuvo un pequeño e imperceptible sonrojo y y miro al fuego, dándose cuenta que ya era hora de cenar
—Gracias... —dijo algo apenas a pero rápidamente cambió su semblante cuando la volteó a ver Steven como si temiera dar a descubrir algún cambio en su actitud

Steven no pudo evitar mirar la carne que había preparado Lapis para los dos y le gruñó más el estómago haciendo que le dé más pena

Lapis le acercó una algo de carne confundiendo a él rizado —¿Eso es para mi ? —Preguntó algo desconcertado, No pudo evitar sentir que en cualquier momento las cosas se voltearían como había pasado normalmente que en cualquier momento todo lo bueno que tiene sea destruido por la malicia de alguien mas algo que es muy difícil de evitar para el, ya que le quedó muy grabado en su alma y claro, en su cuerpo
—Si es tuyo, Come. Debes de estar hambriento—
Dijo Lapis entendiendo la situación , no era la primera vez que veía las horribles situaciones que pasan los esclavos pero sin duda más que nada por ver todas las heridas en su cuerpo al vendarlo era sin duda horrible a la vista, daban ganas de llorar tan solo verlas , en pensar en la historia que cuenta cada una de aquellas cicatrices ella sabía que era muy difícil borrar el pasado de alguien qué pasó algo como eso.  Steven aunque algo temeroso comió poco a poco ya que en realidad sabía muy bien lo que estaba comiendo y se terminó olvidando de todo lo demás, siguió sin darse cuenta que Lapis lo miraba con una sonrisa, cosa que era raro hasta para ella

Horas después se encontraba la alta apagando lo que quedaba de la fogata y preparando sus cosas para viajar mientras Steven se encontraba a un lado mirando cada movimiento de ella, esta termino y miro a él rizado, —Tu vienes de alguna villa? O tienes a algún lugar a donde ir?—Pregunto un poco precavida en tocar un tema sensible

—No... yo no tengo ningún lugar al que pueda ir —dijo este mientras miraba el suelo y recordaba todo lo qué pasó en su niñez algo que marcó su vida Incluso mucho antes que Jasper y tal vez Mucho peor

Lapis por algun razón sentía que no podía dejarlo solo como si algo lo atara a él lo miro unos segundos y después hablo –Puedes venir conmigo, si no tienes otro lugar al que ir-—Dijo estando serena y sin apartar mirada

Steven no pudo evitar que se le salieran algunas lágrimas que rápidamente fueron apartadas rápidamente por sus manos y se mordió el labio
—Gracias... Encerio gracias, por todo..—
Esto hizo sonreír a lapis y procedieron a irse de aquel lugar

1616 Palabras

Encerio perdón por la tardanza, pasaron muchas cosas que me consumieron mucho tiempo y problemas en si que no interesan mucho pero aquí está la cuarta parte de ~Heridas Incurables~ Espero que les haya gustado y si es así darle al corazoncito ya que me hace saber que les gusta y puedo continuar con la historia