Prólogo

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Año 1720

El príncipe Shikamaru I. Heredero del trono de Konohakure, alto, esbelto, de cabellos y ojos oscuros, conocido por ser un brillante estratega y por su mente excepcional, característico de un miembro de la real familia Nara.

Es obligado a casarse antes de asumir el trono, por lo que se dirige al festival de primavera del aliado país de Otogakure, a concretar su posible compromiso con Tayuya Hokumon, sobrina de Orochimaru I, Rey del país.

Mientras se encaminaba con un grupo de la guardia real a las fronteras que limitan su país natal, escucha el choque de unas espadas en la lejanía, decide detener la caravana que lo acompaña y acercarse sigilosamente antes de continuar la marcha. Al estar cerca divisa como un pequeño grupo de gente está siendo rodeada, por al parecer un grupo de delincuentes.

El príncipe decide intervenir en la gresca, acercándose con sus guardias a ayudar a esas desafortunadas personas, pero al irse acercando queda impactado al ver que quien está al frente comandando al grupo de hombres es una hermosa mujer de cabellos dorados.

Una vez que logran reducir a los atacantes, y puede analizar bien el lugar, nota que los estandartes que acompañan a la caravana atacada son de la familia real del país vecino de Suna.

Quien está a cargo... - pregunta el príncipe a los hombres que acaba de ayudar.

El general Baki. - contesta uno de los guardias que lo mira con recelo.

Soy el príncipe Shikamaru, de Konohakure - se presenta ante la atónita mirada del guardia.- y me gustaría saber que es lo que sucedió.

Su majestad. -se acerca el general, que se encuentra vendado de una herida que le realizaron en el rostro, dedicándole una reverencia.- Le agradecemos por su gentil ayuda, realmente llegó en el preciso momento. Fuimos atacados sorpresivamente, por ese grupo de delincuentes que parecía estarnos esperando. Nuestra caravana se dirigía al país de Otogakure para el festival de primavera, escoltamos a la princesa de Suna que...

Shikamaru no oye las palabras finales del general, al recorrer el lugar con su mirada se encuentra a la guerrera de cabellos dorados atendiendo a los heridos, y se queda totalmente pegado observándola como se mueve entre ellos tratando de prestar su ayuda de la mejor manera, no reacciona hasta que escucha el carraspeo que hacen a su lado.

Mil disculpas - le dice al general recuperando la compostura.- Me decía que escoltaban a quien?

A la princesa de Suna. - le responde el general un poco fastidiado. - Nos dirigimos a...

Al festival de primavera en el país de Otogakure - le corta - Nosotros también nos dirigimos a dicho festival y nos encantaría poder escoltarlos hasta el lugar para que no tengan mayor problema. - Acota el joven.

Nosotros no necesitamos ayuda de nadie. - escucha decir a sus espaldas - Podemos cuidarnos y defendernos solos.

Princesa.... - Apenas logra decir el general.

El príncipe voltea, y aunque no muestra expresión alguna no puede evitar un pequeño sonrojo al ver que la princesa estaba tan cerca y se veía mucho más hermosa de lo que había notado durante la acción.

Su majestad -Saluda el príncipe - Creó que de no ser por nuestra ayuda, no estaríamos sosteniendo esta conversación en este momento, y ya que tenemos el mismo camino, permítanos acompañarnos y apoyarnos mutuamente hasta llegar a nuestro destino.

La Princesa Temi. Primogénita de los reyes de Sunagakure, de cabellos dorados como el desierto y ojos esmeraldas tan brillantes como la propia gema, temperamental, inteligente y aguerrida.

Quien a pesar de ser muy orgullosa, antepone él bienestar de su familia y su pueblo ante cualquier situación. Va a ser comprometida con el príncipe Hidan del país de Yugakure, a quien espera conocer en el festival de primavera antes de que se concreten las negociaciones de su futura alianza.

Está bien su majestad -Accede la princesa- Creo que no perdemos nada en acompañarnos mutuamente, así podemos resguardar al heredero al trono y pagar el favor que nos han hecho el día de hoy. -Dice la princesa dedicándole una pequeña sonrisa antes de darse la vuelta y alejarse del sorprendido príncipe que se queda con la boca abierta tras escuchar sus palabras.

Al príncipe no le queda más que sonreír después de suspirar y pensar lo problemática que debe ser la princesa.

No es una princesa cualquiera... - apenas murmura para sí mismo.

No, no lo es. -escucha decir al general que aún se encuentra a su lado.- Es nuestra princesa, la princesa de Suna, feroz guerrera dispuesta a dar su vida por su familia, por su gente, por los que ama, dichoso y afortunado aquel que logre conquistarla y tenerla a su lado.

Con esas palabras, se aleja el general para prepararse a retomar la marcha, dejando a un pensativo príncipe que se queda analizando las palabras que acaba de escuchar.

Te volveré a encontrar...!!! (ShikaTema)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora