Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}

21

Estaban arreglando los últimos detalles de su misión imprudente para acatarla algún rato después; ya no podían echarse para atrás.

PR ya no estaba escuchando. Se encontraba sentado en el circulo de países desmadrosos que charlaban como si del secreto mejor guardado del mundo se tratase lo que iban a hacer. Como si aquel plan tan mal estructurado fuera a dar buenos resultados.

China, él, Cuba y los recién llegados Bahamas y Seychelles tenían el ceño fruncido en incredibilidad.

一Pero se supone que mañana habrá una reunión, ¿Cómo le explicarán a ONU dónde está RD? 一contrariado entre las ganas de desbaratar el plan y de ayudar por un bien mayor, Bahamas atinó a preguntar一. ¿Y donde lo van a ocultar mientras tanto? ¿En su propia casa?

一¡Simple! 一exclamó México一. No iremos a esa reunión.

Seychelles se palmeó la cara con decepción, agradeciendo a todos los dioses que esos no eran sus amigos.

一Les recuerdo que ONU puede bloquearlos económicamente en cualquier momento 一destacó Cuba一, como a mi me pasó por cierto individuo...

一No puede bloquearnos a todos.

一Pero si a quienes cooperaron mas en esto, y darles un castigo a los demás 一Seychelles murmuró, volteando la mirada hacia Bahamas, quien asintió levemente con seriedad.

一De todas formas... 一PR pronunció一. Él no es nada débil, si quieren agarrarlo debe ser alguien que le triplique en fuerza.

一Rusia se encargará de eso.

Sin mas excusas que poner para no entrar en acción, el puertorriqueño se puso de pie al mismo tiempo que Japón y Costa Rica. Los tres se vieron entre si antes de salir por puertas distintas.

Japón fue por la principal, portando en su rostro una seriedad que pocas veces se asomaba. Un escalofrío trepó por las espaldas de quienes le vieron antes de desaparecer por el marco, alejándose un paso mas como si esperaran que saltara con una pose de Jojo's a atacarlos.

一No confío en él 一pronunció Argentina, cruzado de brazos.

一Da miedo...

Costa Rica saltó por una ventana, y PR fue directamente en dirección al dominicano, saludando un poco desanimado.

🔸🔹🔸

Ya habían pasado algunas horas y el japonés no volvía. Los países involucrados se empezaban a preocupar. Daban vueltas por toda la sala, sacando cosas de lugar, pegándose entre ellos y hablando hasta por las orejas para desaparecer los nervios.

Si esa imitación de furro no aparecía pronto, se iba a armar una revolución.

一¿Por qué se tarda tanto? 一pregunta China a la nada, con su acento afectando severamente一. Si solo salió a buscar sogas, ya me lo quiero imaginar buscando un saco limpio.

一¿Y si simplificamos todo esto?

La mayoría detuvo sus acciones ante la incógnita, mirando fijamente a Paraguay. El país retrocedió intimidado por tantas miradas vacías, pero se mantuvo firme y sin dar el brazo a torcer.

一No digas mamadas, compa 一México habló一, ya compramos casi todo el pinche material, ¿Y crees que nos vamos a echar para atrás? Nel, quedará mamalón.

一Yo solo digo que hay formas más simples.

一Mejor seguimos con nuestra idea, Che 一el pequeño Perú dijo, acomodando su gorrito一. Ya quiero disfrazarme...

Paraguay se encogió entonces de hombros, tomando la botarga de dinosaurio que Costa Rica le había traído con anterioridad; estaba pese a todo sonriente.

一Mas les vale usar todo esto 一el costarricense señaló la pila de botargas de dinosaurio que con mucha dificultad había traido一, porque creo que tengo que ir al hospital a revisarme los brazos por tanto peso en unos minutos.

Seychelles y Bahamas mientras tanto miraban por una ventana como PR y nuestro tricolor de una biblia conversaban, sonriendo enternecidos por la escena.

De repente, el Nippon entró con un portazo, llevando a todos a voltear a verlo.

一Ya tengo las... Sogas 一agotado pronunció.

一Wey, ¿Qué chingados te pasó?

Japón tenía toda la ropa sucia y una expresión de pocos amigos que hizo estremecer a mas de uno.

一¿Cómo de que qué me pasó? ¡A estas horas no hay ningún local de venta de este tipo de materiales abierto! 一exclamó, gritando histérico一. ¡¿Saben cuánto tuve que recorrer solo para conseguir unas miserables sogas?! ¡¿LO SABEN?!

一No, no lo sabemos.

La indiferencia de China en esas cuatro palabras aguaron los ojos del Nippon.

一Gracias, entonces... 一murmuró entristecido.

Algún que otro latino fue con el japonés a consolarlo, lanzando malas miradas China; aunque este no entendía porque le veían de esa manera si había dicho la verdad.

🔸🔹🔸

Mientras tanto, afuera de aquel desastre, un puertorriqueño hablaba sobre las estrellas.

一Pero aún no oscurece bien 一el tricolor de la biblia se rascó la nuca一. No hay mas que una luna poco visible en el cielo.

一Y pese a todo se ven las estrellas 一sonrió el boricua, mirando fijamente al dominicano en busca de que entendiera su indirecta improvisada.

一¿Onde? No se ve nananina.

El de una estrella suspiró cansado, negando con la cabeza levemente en lo que se frotaba el ojo derecho con resignación y un poco de cansancio.

一Mejor déjalo así.

Ambos se encontraban sentados en una zona del jardín, en el borde de un piso sin techo en el cual un viejo camarote se caía a pedazos. Estaban en una buena posición para ver como el cielo pasaba de ser azul a teñirse de oscuridad, aunque tal acontecimiento se estaba dando muy lentamente y los cambios hasta el momento eran mínimos.

"Apresúrense..." pesaba nervioso el boricua, rogando a todos los dioses habidos y por haber que lo países del lío terminaran de acomodar las cosas para dar inicio al supuesto plan.

Pero otra parte de si mismo, una que murmuraba en voz baja, deseaba que ese instante no se acabara.

Ser eterno.