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一Y es por eso que estamos aquí 一terminó de explicar Bahamas, sonriendo ampliamente ante la atenta mirada de la archipiélago y su amigo.

一No entendí ni pio.

Las cuatro palabras del dominicano fueron una respuesta tardía, luego de unos dos minutos de puro silencio incómodo.

一Solo dime algo, ¿Quién es e'ta mami chula? 一guiñó un ojo juguetón hacia Seychelles, quien simplemente ignoró el gesto como pudo.

一Ah, cierto, no se conocían 一apenado, Bahamas se rascó la nuca一. Ella es Seychelles, Sey, este es Republica Dominicana.

La chica solo alzó una mano en son de saludo, casi igual de apenada que su amado.

一Perdonanos por no avisar antes, creo que llegamos en un momento inoportuno 一ella vió a su alrededor, la gente seguía dando vueltas por todas partes con la misma energía que en la tarde.

一No te apure por eso, son bienvenidos siempre que quieran 一se encogió de hombros, caminando al lado de ambos一. Ahora, ustede' no parecen haber llegado a gusto, dejen les compenso con un cariñito.

Hizo algunas señas para que lo siguieran, cosa que los visitantes no dudaron en hacer. Caminaron por entre el gentío, siendo guiados por el de expresión contenta con una profesionalidad desconcertante. Un colmado abierto se alzaba pequeño frente a ellos, mismo en el cual ingresaron.

Allí dentro, la música era incluso más fuerte que fuera. (¿Eso era siquiera posible? Tal vez.)

一¡Eo, Miguel! 一llamó el tricolor con fuerza, acercándose a uno de los empleados que estaba sentado tras el mostrador con el celular一. Mire, carajito, suelte ese teléfono y paseme do' pequeña.

一¡Uj'té no e mi jefe!

El dominicano golpeó el mostrador, con un poco de fuerza y a palma abierta. Reclamando con múltiples improperios por la atención y el trabajo de aquel muchacho que tan tranquilo se le notaba usando el celular en medio de su jornada.

Luego de unos momentos de no ver reacción, se declinó por el plan B. Quejarse de todo.

一Esta juventu' de ahora no quiere ni soltar el maldito teléfono, ¡Es por eso que se van a quedar toditos ciegos!

El humano normal simplemente asintió, desganado, y fue a una nevera a cumplir. Podía escuchar sus insultos, pero no un sermón del monte a esas horas. Eso era cosa de su casa ya.

Ahí RD se sintió imponente, inmortal, como un viejo que aun con la edad seguía estando en onda con el universo.

一¿Cómo soportan tanta música tan tarde? 一cuestionó Seychelles al bahamiense, quien se encogió de hombros restándole importancia al asunto.

一¡Ya es costumbre, corazón! 一le exclamó RD.

🔸🔹🔸

一Y entonces, lo que tu me quiere dejar dicho es... 一el tricolor hace algunas señas extrañas con sus manos, señalando al final a Seychelles一. Que quieres que la ayude.

Bahamas asiente, encantado.

La archipiélago, mientras tanto, se encontraba concentrada en la botella como si su vida dependiera de ello. Su mirada de fascinación iluminaba el corazón de Bahamas.

一Mire, compai, yo no se si tu has hecho caso de lo que los noticieros tan diciendo, pero la situación de mi país no es de las mejores 一suspira, echando su cabeza para atrás hasta chocar con una paliza' que tenía tras suyo en la calle一. No estoy en buena condición para opinar ni decir nada, porque cualquier cosita que yo le diga puede afectar a tu amiga. Lo que es más, no se ni como ella accedió a venir acá si cuando me mencionan el gran América na'ma para asqueroseandome...

一Hombre, yo se que tu eres buena gente y quiero que ella, mi mejor amiga, también lo sepa y ustedes se lleven bien 一dice el archipiélago, ingenuamente一. Que le des uno de eso consejito que solo tu puedes dar ya es un plus. Porque tu me has ayudado ya antes con palabras, ¡y mírame ahora!

Bahamas infló el pecho con orgullo.

El tricolor, en cambio, sonrió con un poco de ironía. Miró en dirección a la que ya estaba por acabarse su botella y se decidió.

Probablemente lo había aconsejado en mejores momentos, porque en ese instante no se sentía lo suficientemente honrado como para intentar decir nada.

一Ta bien. Pero como yo te conozco y sé que habrán como veinte gente a las que quieras presentarme ya luego de ella, lo mejor será que vayamos a paso de hormiga con esto.

Bahamas hizo un sonido de victoria, alzando los brazos con emoción.

"Esta será una semana bien larga..."

Quisqueya's Feelings {E D I T A N D O}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora