Historias de un solo capítulo.

Let it go free

Buenas: Antes de leer quiero aclarar que esta historia es reciente y no es de las que escribí cuando recien empece. Esto resume mínimamente lo que siento cuando me deprimo por Larry, cuando pienso que todo acabó. Espero que les guste y lo disfruten. 

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LET IT GO FREE

Terminé mi estrofa de Little Things y me quité el micrófono de los labios. Como hace tiempo no hacía, me atreví a mirar al emisor de esa voz que cantaba la próxima estrofa y recordé porque había dejado de hacerlo. Otra vez me quedé hipnotizado con su anatomía, era el hecho de saber que conocía exactamente todo acerca de ese chico, lo conocía de los pies hasta la punta de sus rizos, sabía de sus miedos, de su dolor y de sus alegrías, sin embargo hoy lo vi distinto, hoy sentí que no era así, hoy me sentí fuera de lugar, hoy lo vi como un completo desconocido.

Caí en la cuenta: No te pertenece, Louis.

Tuve la sensación de que el escenario se movió bajo mis pies, el mundo se me sacudió en un completo entendimiento. Aparté mi mirada porque sabía que él me iba a mirar y como estuve haciendo todos los días, no dejaría que nuestros ojos coincidieran. No estaba ofendido, no le guardaba rencor, no había causa para eso, e incluso si existiera alguna no creo ser capaz de poder hacerlo.

Lo sentí quemarme con esos ojos enormes y por mucho que me tentara devolverle la mirada, resistí, no lo hice. Una vez que apartó la vista hacia abajo resignado, tuve que mirar, pero el corazón se me deshizo. No pude evitar darme cuenta que eso le había dolido ¿Pero qué podía hacer? Todo era tan extraño desde que… terminó. Nada iba a ser como antes, porque ni siquiera recuerdo como era cuando no lo amaba. Me muerdo el labio y muevo mi vista a las tribunas y espero que los gritos no me dejen escuchar mis pensamientos.

El sentimiento había llegado para quedarse y me estuvo persiguiendo toda noche, no me dejó pegar un ojo, no dejé de dar vueltas, no dejé de sentir tan vacía la cama y tan triste el corazón. Me plantee todo de nuevo, analicé todo y no llegue a una puta conclusión.

Todo estaba confuso.

Busqué el teléfono y fui directo a ‘mis imágenes’, sabía lo que buscaba. No había borrado nada, todo quedó intacto, seguíamos siendo amigos después de todo. Su sonrisa junto a la mía me pinchó el pecho y sangró mi alma, había tanto detrás de esas fotografías que jamás publicaría, cada una de ellas tenía una historia, un sentimiento, un recuerdo, un chiste, una risa, un beso.

***

Cerré los ojos en plena entrevista, lo tenía a la vista y era tremendamente estresante tener que mantener a mi cerebro ocupado en una sola acción: no lo mires. No me volteaba hacia él ni cuando hablaba, era la única forma que encontré de mantener mi dignidad, simplemente no me sentía preparado para la intimidad de nuestras miradas.

Finalizada la entrevista, una vez en el hotel, patee una zapatilla que encontré en el piso tratando de descargar algo de todo lo que estaba sintiendo. Suspiré entregado, no había nada que hacer.

—Hey—llamó mi atención a mis espaldas. Presentí su sonrisa y no me atreví a mirarlo de una. —¿Estás bien?

Desviando la mirada respondí positivamente con la cabeza. A veces parecía falta de interés, de verdad no lo era, simplemente mi forma de ser fuerte, mi forma de alejarlo para que dejara de tratarme como antes, para que dejara de hacerme sentir que todo estaba tan bien cuando no es así.

—¿Quieres salir esta noche? —me preguntó algo tímido. Sonreí para mis adentros, pero de pura ironía.

Si vas con él en una cita, mueres, Louis. No serás capaz de verle esa sonrisa toda la noche y no caer a sus pies.