SECRETOS Y VERDADES (EL JUEGO #1)

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Las siguientes horas tratamos de no mencionar nada de lo que había pasado, creo que ninguna se sentía capaz de hacerlo y lo respetamos. Ellas se fueron a las 10:00 pm y después de un rato me sentí sola en esa enorme habitación, quise por un instante buscar a Jaden, pero luego recordé que siempre se queda en casa de un amigo los lunes y probablemente no esté en la mansión.

Solo como te gusta Abril.

Hice mi rutina de noche y proseguí a intentar dormir, pero luego de dar miles de vueltas en la cama no logré conciliar el sueño. Me levanté y empecé a hacer ejercicio en mi habitación y se que es raro, pero me da flojera ir al gimnasio así que cuando no puedo dormir hago todas las rutinas en mi habitación.

Cosas de una persona normal, ya saben.

Luego del "ejercicio" me dio hambre y baje a la cocina a escondidas para comer algo, era la 1:00 am y por más que me gustaría presumir que hice ejercicio todo ese tiempo, la verdad fue que hice pocas sentadillas, luego abdominales y después dos horas de teléfono.

La rutina perfecta.

Todos estaban dormidos incluyendo a las personas del servicio, pero yo sabía donde ocultaban las llaves de todo.

Entre a la cocina y empecé a caminar al cuarto de las llaves, pero entonces escuche unos pasos, y como mi mente sigue traumada con VSJ me asuste mucho.

—¿Señorita Abril?

Me sobresalto cuando encienden las luces.

— ¡Mirta, Dios santo! —Me puse la mano en el pecho luego de reconocerla— Casi me matas del susto.

Mirta es la jefa del servicio, la mano derecha de la familia y una persona de suma confianza.

—Lo siento mucho señorita Abril— Me sonríe apenada— No era mi intención asustarla—En sus ojos color miel había arrepentimiento— Por favor no se enoje conmigo.

Hace una reverencia jugando con sus manos.

—Claro que no—me parece absurdo enojarme por eso— No estoy enojada Señora Mirta, así que tranquila— Ella asiente y me da una sonrisa de boca cerrada, mientras se sentaba en una de las sillas.

—¿Se le ofrece algo señorita?

—Si— Ella se levanta de su asiento— Pero no es necesario que me prepares nada— Ella frunció el ceño- Yo puedo comer lo que sea del refrigerador.

—No es molestia para mí prepararle algo, señorita.

Insiste, sin embargo niego y saco las llaves del refrigerador para abrirlo.

—Ya le dije que no señora Mirta—Saco el helado y lo volví a cerrar con llave— No es su obligación andar cocinando a estas horas solo porque tengo hambre.

A diferencia de mi abuela que la llamaba a las tres de la mañana solo por té, yo soy un poco más consciente.

—Pero es que... —La interrumpo.

—Pero es que nada señora Mirta— Le sonrio y extiendo una cuchara para que comiera junto a mi— Es una orden— Ríe negando y luego la agarra.

—Muchas gracias señorita Abril— Esta vez su sonrisa fue amplia y pude notar lo bella que es esta. Ella era muy hermosa en realidad— ¿Por qué no puede dormir hoy?

Ella sabe de mi muy común insomnio e incluso me ha acompañado muchas veces.

—Una chica tan linda como tú no debería perder tantas horas de sueño.

Ninguna persona debería perder tantas horas de sueño por culpa de la ansiedad.

—Hay miles de cosas que no debería hacer una chica como yo—Suspiro—Sin embargo las hago—Agarro una gran cucharada y la meto en mi boca.

Golden City.  [Partida #1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora