Encuentro.

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La llamada de su segundo al mando lo despertó de su tranquilo y agradable sueño. En plena madrugada, Hibari esperaba que la razón por la que Kusakabe interrumpió su sueño fuese una lo suficientemente importante como para evitar que cuando lo viese mas tarde lo mordiera hasta la muerte.

Contestó frío y cortante, sólo como él sabía hacerlo. Tras la confesión de lo que había encontrado kusakabe, pidió una reunión con el Bebé y con el que se supone que es su jefe para la primera hora en la mañana, aunque en realidad solo necesitaba de la asistencia de Reborn, el omnívoro no tendría que saber de nada, pero seguro el bebé lo obligaría a asistir a esa reunión sin miramientos.

(...)

Tan apacible y relajado como todas las noches cuando tenia un buen sueño, parecía un pequeño niño sin preocupaciones en la vida, sin ningún problema... Pero a Reborn en ese momento poco le importaba si soñaba bien o tenía pesadillas, su camaleón mascota y compañero se transformó en un mazo gigante color verde y con fuerza azotó el mazo contra la cabeza de su aprendiz logrando que, al instante, este se despertara, quejumbroso y adolorido, con pequeñas lágrimas surcando sus ojos cual charcos de agua posados en sus párpados inferiores.

-¡Reborn!- Gritó Tsunayoshi desconsolado y bien despierto sobándose el punto de impacto entre su cabeza y esa herramienta como solía hacer todas la mañanas en tan cotidiana reacción.-¿Por qué me golpeas?- Preguntó sabiendo la respuesta.

-Hump-, los labios del infante se curvaron en una sonrisa maléfica y divertida-. Alístate, Hiabri llamó en la madrugada, parece que los del comité disciplinario encontraron algo interesante.- Habló ignorando completamente la pregunta que el futuro capo había hecho y bajando de la cama en la que había estado parado para estar lo suficientemente cerca de el castaño y golpearlo mejor.

-¿Hi... Hibari san?

-¿Por supuesto, conoces a otro?

El castaño negó con la cabeza, desvío su mirada y observó el reloj en la pared, reloj despertador que su madre le había comprado. Reborn salió del lugar para darle privacidad a Tsunayoshi.

Tras un suspiro y luego de observar lo temprano que era, Tsunayosh llegó a la conclusión de que debía arreglase rápido, sufrir la ira de Reborn por demorarse no era un plan que no le atraía. Corrió las cobijas y las sabanas sacando sus piernas por una esquina y levantándose de la cama, sintió el frío del suelo de madera con sus pies y un escalofrío lo recorrió por toda la columna vertebral, por instinto, ya levantado, se estiró, desperezándose y comenzó a arreglarse.


Salían tranquilamente de la casa, cada uno centrado en sus propios pensamiento; Tsunayoshi no podía evitar recordar lo sucedido el día anterior y en la respuesta de Hibari, simplemente no tenia espacio en su cabeza para otra persona que no fuera Hibari, en verdad debía tener problemas, la nube que siempre le atormentó, ahora parecía posarse en su cielo, sin intenciones de moverse. Negó fuertemente con la cabeza intentando alejar cualquier pensamiento referente a su huraña nube e intentó imaginar o gesticular algo para hablar con Reborn.

Reborn, por otro lado, observaba los gestos extraños de su alumno y como parecía molestarse con sus propios pensamiento formando una tormenta en un vaso de agua. El hitman, más que nadie, sabia que el amor era una cosa incomprendida que te hacía hacer cosas estúpidas, desde extraños gestos faciales, hasta idioteces en vivo y en directo; él, claro,  era una excepción a esa regla, era el mejor hitman del mundo y el hombre/Bebe mas guapo y adorable del mundo, sin emociones extrañas dirigidas hacia alguien con intención de dar amor no era algo que él daría, ni Luce había logrado sacar en él un estilo mas "Romántico" y estaba seguro de que nadie lo lograría.

-¿Qué es lo que quiere hablar Hibari san?-preguntó Tsuna mirando a Reborn.

-Algo importante, o seguro ni siquiera se habría molestado en llamar-. Tsunayoshi coincidía con lo hablado por Reborn, era obvio que Hibarí no llamaría así por así.

-¿Pero... pero sabes que es exactamente?- Reborn no dijo nada, no iba a hablar. 

(...)

había llegado hacia algunas horas y se encontraba viendo los documentos que los demás integrantes del comité disciplinario habían traído; tenía el ceño fruncido, los documentos que veía no estaban en japones, aún así podía entenderlos.

La pureta del comité fue tocada y se escucho la voz de Kusakabe anunciando la llegada de Sawada y el bebé.

-Pasen.

La puerta fue abierta y el primero en ingresar era Reborn después fue Tsunayoshi quien como siempre, se veía nervioso ante su presencia, como un conejo asustado, kyoya hizo un ademan con la mano para que ambos invitados tomara asiento en la sillas frente a su escritorio, Tsunayoshi se sentó y Reborn sacó un sillón de su estatura de quién sabe donde.

Kyoya deslizó los documentos frente a Reborn y lo miró fijamente, estaba claro que si se los mostraba al menor este no entendería nada. El bebé observo los documentos y los tomó entre sus manos para comenzar a leer.

-Esto...


Heeey (;'・')>

Yo... *mira hacia otro lado*

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5mentarios 

Ílio los ama 

Ílio los adora

Ílio no quiere ser linchada

Ílio se va pero regresará pronto :,]

Ílio pide perdón por el corto capítulo

Bais 









Confesión al estilo vongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora