2-Jugando juntos, de nuevo.

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El pelinegro observo preocupado hacía atrás, encontrando los ojos de la gema mirándolo fijamente, aunque no ayudaba mucho, las espirales en los ojos de Spinel giraban mirándolo directamente, desviando su atención -No quiero que te vayas de aquí- Sentencia Spinel con seriedad, el silencio carcomía el ambiente que hace poco ambos llevaban de juegos y chistes. Steven se había divertido con los cambios de forma de Spinel, sus trucos y volteretas, ambos podían crear burbujas, Steven también le había mostrado como podía crear un escudo y encerrarse así mismo en una gran burbuja.

-Puedes venir conmigo- Ofreció Steven con rapidez, aunque algunas gotas bajaron por su frente por el nerviosismo.

-...No debo abandonar el jardín, a Pink no le gustaría- Sentencia Spinel sin soltar a Steven, de hecho los brazos de la gema se estrecharon más alrededor del pelinegro.

-¡Volveré en seguida! Solo unos momentos...¡Te traeré algo de comida a ti también!- Exclama Steven con rapidez, el interés de Spinel creció con rapidez, la gema observaba la pequeña sonrisa de Steven mientras parecía pensar en eso.

-Pero no quiero que te vayas- Spinel frunció el ceño soltando a Steven, la gema se sentó a refunfuñar mientras que Steven volvía hacía el portal. Spinel se quedo a ver como Steven se iba en el rayo del portal, mientras que ella permanecía en El Jardín. La gema se levanto para caminar, Spinel razonaba ¿Cuanto tiempo había pasado? Ella había contado los segundos, los segundos se habían vuelto minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, siglos y eventualmente milenios -¿Como es el mundo haya afuera?¿Como es su mundo?- Se pregunto Spinel, estirando su cuello para mirar afuera de El Jardín, pero entonces ella negó con la cabeza -¡No, Spinel! Tienes que esperar a Pink, cuando ella vuelve entonces volverán a...a jugar, a reír y podrás ir a ver la colonia de Pink...Si, por supuesto- Sentencia Spinel, sin embargo había algo que no le gustaba -¡Steven!¡¿Cuanto vas a tardar?!- La paciencia de Spinel se había roto fácilmente, esperar a Pink Diamond ya era suficiente, pero el nuevo compañero de juegos era otro asunto.

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Steven había llegado rápidamente a su casa -¡León!¿Quieres venir a conocer a una nueva amiga?- Pregunta el chico nada más llegar, pero ahora León tampoco estaba bajo las escaleras -Se habrá ido a cazar lagartijas...me sigo preguntando de donde las consigue- Exclamo Steven con curiosidad, pero su estómago volvió a rugir, así que el humano salo hacía su refrigerador para sacar las sobras de las papas fritas y un poco de pizza.

Fue en esos momentos cuando a Steven se le ocurrió una idea, el pelinegro corrió rumbo a su habitación por su Ukelele y cargo más sobras de comida, como algunas donas, mientras iba hacía el portal para regresar hacía El Jardín. Allí nada más entrar otra vez en aquella estructura, Spinel estaba frente al portal, paciente, como una especie de perro perdido, los ojos de la gema miraron rápidamente a los del pelinegro.

-¡Hola Spinel!...Ehh, te traje algo de comida para ver si te gusta. A Amatista le encanta comer, a Perla y Garnet no tanto- Sentenció Steven con alegria, aunque a Steven le incomodaba la fija mirada de la gema, que se fijo en el instrumento del pelinegro.

-¿Que es esto?- Dijo una curiosa Spinel tomando el Ukelele de Steven, quien antes de poder decir algo vio como Spinel hizo vibrar las cuerdas con un simple movimiento de sus dedos, Spinel se sorprendió y dejaría caer el instrumento, pero Steven soltaría la comida para salvar el regalo de su padre.

-Esto es un Ukelele, lo uso para hacer música- Sentenció Steven revisando que el instrumento estuviera bien afinado -Pensé que después de comer podríamos tocar algo. Traje sobras de papas fritas, algunas rosquillas y unas rebanadas de pizza- Exclamo Steven sentándose en las escaleras frente al portal, la consternada Spinel solo se fijo en las extrañas cosas que el pelinegro había traído, y como se llevo una de las "rosquillas" a la boca. Estirando su mano, Spinel decidió probar con alguna de las papas fritas.

En poco tiempo a Spinel le había gustado la comida que el pelinegro había traído para ofrecer, masticando en grandes bocados las papas fritas y las rosquillas -Me alegro de que te guste- Sonrió Steven, a lo que Spinel asintió.

*******

-Steven ¿Como es donde vives?- Pregunto Spinel tras terminar su comida, el pelinegro estaba buscando inspiración para cantar ya que la comida ya se había terminado hace pocos minutos. El pelinegro miro a la gema con curiosidad ¿Cuanto tiempo había estado Spinel esperando a la tal "Pink Diamond"? Steven no tenía forma de saberlo, así que decidió no hacer las preguntas importantes, como siempre.

-Bueno, Beach City esta entre una playa y una especie de...pradera, supongo, hay arena, hierba, una montaña. Yo vivo bajo una gigantesca estatua, que contiene el templo, allí viven Perla, Amatista y Gernet. En la ciudad viven Lars, Sadie, mi papá, Connie, Cebolla y muchos otros- Explico Steven con cariño, los ojos de Spinel lo miraron con cierto interés, pero la gema también le había sacado la lengua.

-Todo muy bien Steven pero...¿Que es una Garnet?¿Que es un papá?¿Que es una Connie?- Pregunta una vez más Spinel, a lo que Steven suspiro, tenía que explicarle muchas cosas a Spinel si quería tener una conversación con ella. En esos aspectos era muy similar a Perla, Amatista o Garnet, pero las gemas estaban más que nada alejadas de la realidad y los humanos, Spinel simplemente no sabía nada.

-Son mi familia y amigos- Sentenció Steven, empezando a tocar entonces su Ukelele, Spinel observo en silencio lo que iba a hacer el pelinegro -Somos...¡Las Gemas de Cristal! El mundo hay que salvar, y aunque creas que no. La forma vamos a hallar. Por eso la gente de este mundo...Cree en...Garnet, Amatista y Perla ¡Y Steven!- Canturreo el pelinegro, Spinel no entendía todo de lo que hablaba Steven, pero las extremidades de la gema empezaron a bailar con un divertido y caricaturesco ritmo debido a esto.

-...Cantas bien Steven, pero en realidad eso no me explica mucho- Sentencia Spinel con simpleza.

Steven siguió tocando y cantando algunas canciones para Spinel, aunque esto no podía continuar para siempre, la boca de Steven se había secado y tenía que descansar un poco, Spinel estaba a su lado, tocando levemente las curdas del instrumento como Steven lo había hecho hace unos momentos. El silencio era cómodo para ambos, era más bien como una reunión de viejos amigos, mas que desconocidos que iban conociéndose. Spinel hacía a Steven reír y Spinel le hacía preguntas diversas a Steven.

Pero finalmente Steven hizo una pregunta -¿Quien es Pink Diamond, Spinel?¿Como es?- Pregunto Steven, a lo que Spinel se sobre salto asombrada, estirándose a un gran tamaño.

-¡¿Como puedes no saberlo?! Tu "madre" era un cuarzo rosado Steven, ella era un soldado de Pink, como yo era una amiga de Pink- Exclamo emocionada la gema, pero Steven le dirigió a Spinel una particular mirada de desconcierto, la misma que Spinel le dirigía a Steven debido a sus respuestas -Pink era la más joven de las Diamantes, las diamantes son las líderes de las gemas, todas fuimos hechas para servirles. White Diamond me entrego a Pink para ser su compañera de juegos...este era nuestro lugar. Jugábamos juegos, chistes...la hice reír Steven, su sonrisa, una sonrisa especial, que solo gemas como yo o sus hermanas podían sacarle- Narraba Spinel encandilada, sus ojos parecían viajar a tiempos lejanos.

Spinel recordaba cuando el jardín era verde, no marrón y seco, sino frondoso y bien cuidado. Como ella viajaba por las columnas para aparecer junto a Pink, 1.8924e+14 segundos, un total de 6000 años, las gemas no envejecían como tal, sino que seguían sus formas de luz indefinidamente. No había modo de que Pink se hubiera olvidado de ella, quizás su diamante estaba simplemente muy ocupada cuidando su colonia, una colonia que ya había producido soldados cuarzos.

-Spinel...estas llorando- Steven llamo la atención de la gema hacía el mundo terrenal, Spinel entonces paso sus manos por su cara para quitarse las lagrimas -¿Estas bien?- Pregunto Steven preocupado, a lo que Spinel no respondió inmediatamente.

-Eso no importa ¡Volvamos a jugar Steven!- Exclama Spinel estirándose alrededor de Steven y volviendo hacía las profundidades de la estructura, Steven miro unos segundos el portal de reojo, pero rápidamente decidió perseguir entre risas y sonrisas a la gema para continuar sus juegos. Jugar despejaba la mente de Spinel, así que al hacerlo, Steven se sentía bien, realizaba una buena acción para ayudar a alguien, especialmente una gema en apuros como Spinel. 

Esperando (Steven x Spinel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora