8-Laberinto verde

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Spinel se vio envuelta por una maraña de nomeolvides, sentía su cuerpo pesado e incontrolable, por lo que a pesar de ser apresada por las flores, no podía hablar, frente a ella se encontraba el portal perteneciente a El Jardín, que repentinamente se ilumino mostrando a una figura con una cabellera rosada con la forma de una rosa, pero un traje acompañado por espinas "¿Pink?" Pensó Spinel casi al instante, y efectivamente resulto ser la diamante, aquella que era la mejor amiga de Spinel. La gema encontró suficiente fuerza para liberarse de las flores -¡Pink!¡Pink, soy yo!- Llamo Spinel corriendo contra la diamante.

-¿Spinel?- Pregunto Pink consternada, a lo que la gema bufona lloró de felicidad.

-¡Si, volviste!-Llamó Spinel emocionada, pero repentinamente Pink le dio la espalda.

-Spinel, no puedo volver a verte. Puedes parar- Sentencia Pink, momento en el que se le rompe el corazón a Spinel.

-¿Que?- Cuestiona la gema bufona con una sonrisa que marca contraste con el brillo de tristeza en sus ojos.

-No puedo verte. Ahora tengo una colonia, las Diamantes debemos dar una imagen Spinel, soy ahora una líder respetable, y eso implica que no puedo perder mi tiempo con bufonas- Sentencia Pink Diamond con simpleza, Spinel intenta hacer que su amiga la mire a la cara, pero entonces las espinas de su traje se elevan, atravesando el cuerpo de Spinel, quien intenta gritar contra la diamante, pero repentinamente esta es atravesada por una espada, cuya hoja refleja el rostro de Spinel.

Repentinamente Pink desaparece, como una nube rosada, su gema cae al suelo sin grietas aparentes, frente Spinel y su antigua compañera estaba una figura borrosa pero delgada, con una perla en su frente como único rasgo distinguible, pero al lado de aquella figura estaba una mujer discernible, una mujer de cabellos rizados y rosados, un vestido blanco, una figura regordeta pero alta, que emana respeto y amabilidad, un cuarzo rosado -¡¿Que le hicieron?!- Preguntaba Spinel enojada hacía las figuras.

-...Ella se fue- Sentencio la cuarzo rosada, unas pocas palabras que irritaban tanto a Spinel, pero afortunadamente, la cuarzo también desapareció en una nube.

-¡No, no lo hizo!- Se negó Spinel a creer aquello, buscando en el suelo la gema de Pink Diamond, un rosado y brillante diamante, pero allí solo estaba Steven, pero se veía muy diferente, era un bebé Steven, aunque no había cambiado mucho, llevaba una ropa rosada, cabello negro y esponjoso, y una sonrisa en su rostro -¿Steven?- Cuestiono Spinel consternada.

******

-¡¿Steven?!- Pregunto la gema consternada y asustada, Spinel y Steven dormían dentro de la burbuja rosada que los transportaba por el océano desde hace ya un par de días, o mejor dicho, el océano llevaba a la burbuja gracias a la marea desde hace ya un par de días, alrededor de ellos habían leones marinos que acompañaban y jugaban con la burbuja -¡¿Steven?!- Se asusto Spinel al ver a los leones marinos, despertando a Steven.

-¿Que sucede?- Pregunto Steven preocupado pero somnoliento, cuando de repente Spinel se le pego y se escondió como pudo tras la espalda del mismo.

-¿Que son esas cosas?- Pregunto Spinel señalando hacía los leones marinos, que observaban curiosos al grupo y su extraño barco.

-Son leones marinos- Exclama Steven con simpleza -Que tiernos que se ven- Señala el humano con ternura mientras se talla los ojos.

-Nunca describiste a León como estos- Se quejo Spinel rápidamente, a lo que Steven dio una pequeña risa.

-No son el mismo tipo de león- Recalca Steven con simpleza mientras se levantaba para comer una de las frutas de la isla sandia, Spinel por su parte no se sentía muy comoda con los leones marinos observando e intentaba asustarlos tomando distintas formas, haciendo caras o estirándose, pero aquellos animales respondían imitandola.

Esperando (Steven x Spinel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora