Esperando (Steven x Spinel)

73- Nuestra pequeña parte de Homeworld.

Aguamarina deja a Spinel y Steven caer de cara al suelo -¡Bienvenidos a mi bella Italia!- La gema azul exclama emocionada, volando de manera risueña por el cielo, incluso dando unas pequeñas volteretas mientras que sus rehenes se levantan un poco confundidos. Para sorpresa del híbrido y la gema rosa, en aquel lugar en el que Aguamarina los suelta hay una pequeña y pintoresca villa, con edificios que eran exagerados en su intento de emular estilos romanos e italianos.

-¿Que es esto?- Spinel y Steven preguntan sorprendidos de ver aquel lugar, de las casas repentinamente empiezan a salir más Aguamarinas que miran a los recién llegados con suma curiosidad -Oh no- La pareja murmura, en parte aterrados de ver a más variedades de la gema azul, aunque era obvio que no todas debían ser como la principal.

-Les presento a mi villa, mi pequeño pedazo de Homeworld mezclado con Italia. Casi perfecto- Aguamarina exclama con grandilocuencia, haciendo que sus rehenes rueden los ojos. Steven y Spinel no tardan en empezar a saludar a las otras gemas, que los saludan a ambos de forma inocente y alegre -Oigan, podemos hacer las presentaciones después. Todas las gemas aquí se llaman igual- Aguamarina sentencia con molestia después de escuchar un saludo de las gemas azules más de diez veces -Vamos a mi oficina para hablar- Aguamarina exclama mientras arrastra a Spinel y Steven hacía una especie de ayuntamiento.

-...Linda oficina- Spinel exclama con calma mientras mira el despacho de Aguamarina, el lugar esta lleno de fotografías y pinturas de la gema azul, cada una en atuendos más lujosos y excéntricos. El híbrido tiene sus ojos cubiertos mientras se sienta después de haber visto una foto que no debería estar en un despacho, de paso era incómodo ver tanto color azul y tantas veces a la misma Aguamarina.

-Entonces, ya estamos aquí. ¿Que quieres?- Steven pregunta con molestia, él abre un pequeño espacio en sus dedos para ver a la gema azul, que esta sentada en una silla demasiado alta, mirando desde abajo a la gema rosa y el híbrido -Espera unos momentos. ¿De donde vinieron todas esas Aguamarinas, por qué ellas están aquí?- Steven añade con confusión.

-Bueno, yo las reuní aquí. Me nombre a mi misma soberana de todas las Aguamarinas de la Tierra, si ellas llegan aquí, yo las traigo a Italia, es lo mínimo que puedo hacer para permitirles salir de la barbarie de Homeworld y alrededores- Aguamarina responde con calma incluso ella tiene una sonrisa de orgullo en su rostro -Eventualmente fundamos este pequeño sitio, mi propia Roma. Ahora, porque los quiero a ustedes dos aquí. Bueno, que ellas estén aquí es tú responsabilidad, y como so tú responsabilidad, tienes una deuda que pagar con mi gente- Aguamarina explica con seriedad, su orgullo y supuesta magnanimidad se demuestran en su palabras, pero ella rápidamente se torna fría.

Spinel mira preocupada, ella se fija en como los hombros de Steven se tensan y el híbrido se inclina hacía adelante -Yo, no cause, nada. Punto final- El híbrido reclama mientras hace el ademan de levantarse, pero él desiste cuando nota el dedo de Aguamarina apuntándolo -No tengo ninguna deuda con ustedes- Steven continua reclamando.

-Claro que la tienes, la guerra civil es tu culpa. Vamos, solo te estoy pidiendo que des un baile, quizás algunas charlas y saludos. ¿Que cosa mala e hecho yo?- Aguamarina sentencia intentando conciliar un acuerdo con la gema rosa y el híbrido. Un Steven sorprendido no tarda en traducir muy ofendido las palabras de la gema azul a Spinel.

-¡¿Qué?!¡¿Que cosa mala?!¡¿Por donde iniciamos?!- Spinel estalla furiosa, Steven no tarda en controlar el temperamento de su novia, mientras que Aguamarina rueda los ojos con desinterés.

-Atacaste a casi toda mi familia, me atacaste y casi me violas- El híbrido exclama con molestia, señalando la lista de cosas malas que la gema azul le a hecho a él y sus familiares. Por su parte Aguamarina deja salir una risa sonora y un poco aterradora, ella sonríe entonces hacia ellos dos.