Por Ellos haría lo que Fuera
Capitulo 1
-Marcela, Marcela- decía un grupo de periodistas que se acercaban a hacerle preguntas-¿es verdad que no recuerdas el día del secuestro? ¿Quién era esa tal “Dueña”? ¿Porque el cielo es azul?
A nadie en este mundo le gustaría recordar momentos tan desastrosos, sobre todo de un secuestro, Marcela expreso esa rabia, con unas simples y tranquilas palabras…
-Ustedes me disgustan como una mosca en mi comida-
-Discúlpanos-agrego un periodista- pero tú fuiste una de las pocas sobrevivientes, fuiste de las primeras o… ¿no lo recuerdas?
-Solo les contestare esta pregunta…. ¡Sí!-dijo marcela mientras corría, ya que su rabia no se controlaría fácilmente, y no quería entrar a la cárcel
No tuvo más alternativa que entrar en un callejón, los periodistas no la pudieron encontrar, pero una persona apareció entre las sombras que se acerco y dijo
-¿Cómo una mosca?
Marcela estaba a punto de abofetear a la persona que había reprochado sus palabras, hasta que vio quien era, era Cristian, un viejo amigo, lo golpeo más fuerte-¡AU! ¿Por qué hiciste eso?
-Tengo disgusto
-¿Por qué?
-Por Luisa….y los periodistas
-Nada de eso fue mi culpa, no tienes porque desquitarte con migo
-Me preguntaste porque tenía disgusto, yo te respondí
-Olvídalo, ¿Cómo una mosca?
Marcela lo miro, ya que él no había entendido que ella no quería responder esa pregunta
-Si como una mosca, y no quise decir más porque sabes que no soy capaz de controlar mi ira-
-Pero que no se te olvide, que tú tuviste el secuestro más tierno-
-Por ellos haría lo que sea-
-¿Sabes? Yo nunca pude oír la historia…-
-¿Y…?
-Pues quería que me la contaras
-No puedo
-¿Por qué?
-Usted no hace nada más que preguntar
-Solo dime porque…-
-¡Me recuerda a Luisa! ¿Feliz?
-No, ahora quiero que me cuentes la historia
En ese momento Marcela, se dio cuenta que estaban cogidos de las manos
-Listo, pero si me sueltas de la mano
-¿Y si no quiero?
-entonces no tengo opción-dijo mientras volvía su mano en un puño-
-si quieres, golpéame, pero no pienso soltar tu mano
-Marcela se rio de sus palabras y lo golpeo, en ese instante Cristian aparto su mano y Marcela comenzó a contar su historia-
-Hace un tiempo mi familia había escuchado la historia de unos secuestradores que andaban por la zona, pensamos que eran un traficantes de órganos, pero no pensábamos ser atacados, hasta ese día, golpearon la puerta varias veces, mi madre corrió hacia donde yo estaba, con mis dos hermanos, Sebastián de 3 años y María de solo 1 año, con un tetero, me los paso, nos hiso esconder bajo la cama y me dijo