Odio, Celos y Envidia
Capitulo 5
Ariana por primera vez en la vida, veía a Marcela como un enemigo, un enemigo que podía hacerse poderoso en cualquier momento, pero nunca tendría amigos... ¿o tal vez si?
Ya era hora de dormir, Marcela se emocionaba, ya que solo en sus sueños podría ser feliz, aunque tenía que disculparse con Sebastián, y pues....Marcela tenía problemas de orgullo, trato de no quedarse dormida, pero empezó a ver a todos, relajados, descansando, era de noche y solo estaba la luna y las estrellas en el cielo, estaba empezando a cabecear, se aburría, y miraba el cielo atreves de una “ventana”(no era en realidad una ventana, era un hueco que ya estaba ahí cuando Marcela llego) asomo la cabeza, pero había empezado a sentir una voz, muy familiar, le empezó a decir varias cosas como:
-Ve a dormir-Te extraño-Quiero verte-No me dejes-Deja el orgullo atrás-No es obligatorio disculparse-No me debería importar…-
Al principio pensó que estaba volviéndose loca, o que había personas despiertas, sino hasta la penúltima oración, reconoció la voz, aun así le pareció extraño, pero el sueño ya le estaba ganando, la última oración que oyó fue:
-Cierra tus ojos-Luego callo dormida y alcanzo a oír un-Gracias-
Estaba en la habitación blanca, con la puerta de siempre, y un letrero caído decía –Gracias- decidió alejar dejar todo atrás y seguir adelante, pues sus ganas de ver a Sebastián valían más que el orgullo
Apenas entro estaba Sebastián con un cono de helado, pero había algo diferente con todo esto, los dos eran niños de apenas de 5 años, estaban en un parque, era un día soleado, Marcela llevaba un vestido de flores y dos colitas de lado, Sebastián llevaba unos tenis, con una camisa de rayas y un pantalón azul, El se le acerco y le dijo
-¿Quieres helado? No hay ningún problema, si quieres te lo regalo
-Sebastián-respondió Marcela-¿Por qué somos niños pequeños?
-No sé de que hablas, ¿A caso no te gusta el helado de chocolate?
-Si me gusta pero, no entiendo que pasa aquí, si tu....
-Entonces come-Interrumpió Sebastián mientras le estiraba el brazo, Marcela le recibió el helado, pero aun así estaba confundida
-¿Tú fuiste quien me hablaste?
-Sí, yo te ofrecí helado, es lo que acaba de pasar-
-Mira, ya no estoy jugando, explícame que paso aquí-Luego todo se puso como si estuviera en pausa, apareció un letrero grande que decía:
-HOLA MARCELA, DISCULPA POR NO PODER EXPLICARTE, PERO NO QUERÍA ARRUINARTE LA SORPRESA, SI YO TE HABLE, AL PARECER CUANDO PAGAS ALGO QUE DEBES EN LA TIERRA, (EN ESTE CASO LO DE CAMILA) TE PUEDES COMUNICAR CON QUIEN QUIERAS, Y LO QUE ESTA PASANDO ES UN REGALO DE MI PARTE, POR FAVOR NO LO DESTRUYAS-
Luego todo continúo como antes, y Sebastián le ofreció algo más a Marcela
-No estoy jugando, pero me gustaría que fuéramos a los columpios-
-Listo, pero ¿me quieres dar el helado?-Sebastián le paso el helado, con una sonrisa, luego le hizo señas para ir al columpio-
-Espérame-Dijo Marcela apenas vio que Sebastián arranco a correr-
Sebastián y Marcela corrieron por el parque atravesando a más niños, al llegar Sebastián le agarro la silla, que se estaba moviendo, la paro y le dijo
-Siéntate-Luego le susurro en la oreja-Antes de que alguien te lo quite-Marcela se ríe, y le pregunta
-¿Puedes empujarme?
