(Cap: 4 ) Mi primera vez

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Mariam se encontraba a poca distancia y aún estaba nervioso y con el corazón acelerado.

-¡Carlos, Carlos!- dijo algo confusa, sacándome  de mis pensamientos.

-Ah dime , lo siento estaba distraído.

-¿Pasamos?

Hice una mueca de acierto y entramos . Me miró con cara de cuando un niño pequeño quiere algo, ya sabía a que se refería pero mi padre estaba trabajando.
Mariam puso cara de lástima y a eso no me pude resistir .
Bajamos las escalerillas del sótano a hurtadillas pero esto no evitó que las tablas crujeran un poco, seguimos bajando con mas cuidado y observábamos desde una esquina que se encontraba a oscuras;

-Mariam no hagas ruido sino mi padre me regañará por molestarlo- Dije susurrando en su oído .

-Ya lo se tonto-Murmuró entre risas cortadas.

Detrás de nosotros se cayó un esqueleto de plástico lo que desgarró un grito de la garganta de Mariam, mi padre nos descubrió.

-¿Qué hacen aquí?-dijo algo molesto.
Suban de inmediato...

Subimos hasta el salón, durante el recorrido estábamos cabizbajos y no mencionamos una sola palabra.

-Mariam comencemos a estudiar.

Ella solo asintió con la cabeza. Nos hallamos estudiando para el próximo examen...

Toc, toc tocan la puerta de forma leve y pausada. ¿Quién podría ser?
Coloco mi ojo derecho por el hoyuelo y me alzo de puntitas para identificar a la persona.

- ¡Estella!

-Carlos vi que no llamabas y decidí venir a ayudarte-Alegó con su típica sonrisa.

-Bueno pasa, Mariam ella es Estella, Estella ella es Mariam.

-Mucho gusto Mariam-dijo Estella extendiendo una de sus delicadas manos.

-Igual Estella-Expuso dándole un ligero apretón.

Le pedí a la chica de las manos de porcelana que me acompañara a mi habitación que se hallaba en el segundo piso, ella obedeció sin mas.
Estando en el último piso, el deceo de plasmar sus brazos en una muñeca envió un impulso de adrenalina mezclado con algo de esquizofrenia que nubló mi mente y me obligó a empujar a Estella por las escaleras . Solo vi como cayó lentamente de espaldas y ella por hacer el intento de no golpear sus manos durante la caída rodó hasta la mitad de los escalones en los cuales se golpeó la cabeza hasta que esta se dislocó y quebró. Me quedé atónito y fuera de mi por varios segundos, hasta que reaccioné.

La estructura de mármol era tal cual cascada pero en lugar de agua, sangre. Bajé hacia donde se encontraba el cuerpo inerte de la jóven que aún presentaba señales de vida y golpeé su cabeza contra el suelo hasta que la había asesinado, era mi primera vez, mi primer asesinato, monté el cadáver sobre mis brazos y lo deposité en una manta debajo de mi cama, un rastro de sangre se podía apreciar desde la escalera hasta mi habitación, me dirijo al cuarto de baño y estando allí abro unas puertas pequeñas y agarro tantas toallas que no recuerdo cifra exacta.
Observaba como las blancas telas se inundaban de aquel hipnotizante líquido. Terminé de limpiar todo sin dejar rastro de sangre alguno, deposité los objetos ensangrentados en una bolsa de basura. Me dirigía a la cocina donde se encontraba la puerta trasera que da al patio.
Siento una voz que me habla desde atrás.

-Carlos, que haces llevo tiempo esperándote.

Mis ojos se abrieron como platos y solo atiné a decir:

-Nada, solo saco la basura, ya te alcanzo.

Mariam se retiró y continué con mi trabajo, salí al amplio terreno y caminé algunos metros y arrojé la bolsa en un pozo de quema de residuos y le prendí fuego.
Una sonrisa diabólica y macabra se dibujaba en mi rostro mientras veía toda la evidencia arder el llamas, bueno casi toda la evidencia , aún me faltaba encargarme del cuerpo.

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