(capítulo:5)Deshaciendo evidencias

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Tengo que pensar en como deshacerme del cuerpo pero Marian está en la casa, ¿Cómo lo hago?, solo podía pensar en eso Me dirigí hasta el interior de mi casa y bebí un vaso de agua, voy camino a la sala algo preocupado. Al llegar;
-Carlos te demoraste mucho.

-Lo siento es que tuve que esperar a que la basura se quemase.

-Bueno comencemos. Mi nerviosismo se fue calmando a medida que íbamos estudiando.

-Marian ahora vuelvo voy a la cocina a traer algo para merendar.

-Vale pero no te demores o m voy a quedar dormida jajaja.

-Está bien no me demoro.

Iba camino a la cocina y comencé a recordar toda la escena anterior. Mis pensamientos me invadían, ¿Me estaría volviendo loco? Abrí la nevera y agarré un par de refrescos, caminaba por el pasillo y eso me recodó a otra escena de cuando caminada con el mazo en la mano. Di un pequeño sorbido a mi bebida para despejar mi mente, le entregué a la chica su refresco y continuamos con los estudios.

-Marian, ¿soy extraño? Me escupió la cara con la bebida contenida en su boca ya que se comenzó a reír. Me quedé serio por unos segundos pero al recordarlo me comencé a reír como loco.

-Si un poco pero nada fuera de lo común. Nada fuera de lo común eso creía ella, pero en realidad no era así. Tenía que hacer que Marian se fuera para encargarme del cadáver.

-Marian tengo otras cosas que hacer.

-Si, no te preocupes ya terminamos.

-Bueno te acompaño a la salida.

La acompañé a la puerta, estábamos uno frente a otro y me fue a dar un beso en la mejilla pero se tropezó y me besó en los labios.

-Huy perdón.

-No..o te preocupes.

-Bueno nos vemos en el cole.

-Hasta mañana.

Cerré la puerta, todo estaba tranquilo solo mi padre estaba en casa y estaba trabajando así que no me molestaría en un buen rato. Subí las escaleras y entré en el baño, abrí el botiquín y agarré un bisturí y pinzas. Entré mi habitación en la cual había un olor repugnante que me provocó náuseas, aparté mi cama para dejar a la vista el cuerpo. Coloqué una sábana en el suelo y deposité el cuerpo encima de esta, agarré el bisturí y comencé a separar cada uno de los brazos el resto del cuerpo, al hacer el primer corte un chorro de sangre salpicó todo a su paso dejando mi rostro lleno de salpicaduras. Terminé de separar los delicados brazos y los guardé en una toalla para luego proceder a embalsamarlos. ¿Qué debo hacer para deshacerme del cuerpo? Una idea me iluminó y lo busqué en una página online. Puse en el buscador: ¿Cómo deshacerse de un cadáver?, todas las maneras planteadas eran muy complicadas y no me quedaba casi tiempo. Decidí enterrarla en el patio trasero cerca del lago. Necesito una pala y no se donde encontrar una, oh si hay una en el taller pero como la cojo estando mi padre allí. Bajo despacio para no hacer ruido, agarro la pala y

-Carlos, ¿Qué haces?

-Nada papá.

-¿Para qué quieres esa pala?

-Solo voy a arreglar las plantas del jardín.

-Bueno ve mientras no me molestes más.

Subí dejando detrás el sótano, fui al cuarto y arrastré el cuerpo hasta la puerta trasera, algunas gotas de sangre se destacaban en los azulejos los cuales limpié de inmediato. Me acerqué al lago buscando en lugar apropiado, hallé un lugar rodeado de árboles, era ideal tomé la pala con ambas manos y comencé a cavar un hueco, era complicado la tierra estaba fangosa, las paredes de desmoronaban y se volvía a rellenar el agujero. Cavé aproximadamente dos metros de profundidad y lancé el cadáver, comencé a respirar de forma agitada al darme cuenta de la locura que estaba cometiendo, pero ya estaba hecho y tenía que continuar. Tapé la fosa y me sentía observado. Nadie la encontraría se mezclaba muy bien con el ambiente y apenas se notaba un pequeño desnivel que cuando el volumen del lago subiera quedaría bajo sus aguas.

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